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Mira

19, noviembre 2014 - 18:32

┃ María Vega

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MINSK, Bielorrusia.-No todo fue tan malo en la gira europea del Tricolor, aunque haya caído ante una poco prometedora Bielorrusia. Lo más importante posiblemente haya sido el regreso de Carlos Vela, quien retornó al Tricolor por la puerta grande y no dio explicación alguna acerca de su sentir, por lo que solamente se concentró a hablar dentro de la cancha, punto positivo para no enfrascarse en cuestiones extracancha, aunque desde antes de llegar a esta gira se sabía que iba a ser el imán de los reflectores.
Su retorno se dio con par de magistrales goles, que mucha falta le hicieron al Tricolor en el Mundial y que posiblemente caerán en las próximas competiciones. La reconciliación se dio de la mejor manera: Con goles, cátedra y un futbol que por algo lo mantiene en lo más alto de Europa.
El “Bombardero” volvió como se fue, tranquilo, sonriente con sus amigos, cordial con el cuerpo técnico y directivos, y hasta en cierto punto muy diplomático a la hora de negarse a charlar con los medios. Su regreso le hizo bien, pero más a la Selección, que con él mostró un mejor desempeño sobre el terreno de juego y con quien lo pongan al frente, no hay duda de que brillará.
Si bien su pareja en el ataque fue Javier Hernández en el duelo contra Holanda, Vela demostró que puede acoplarse a Raúl Jiménez y hasta con Giovani dos Santos, hombres de presente europeo, de fácil adaptación para el cancunense, solamente restaría observarlo al lado de hombres como Oribe Peralta.
En pocas palabras, el arribo y retorno de Carlos Vela se llevó los reflectores en esta gira y junto a él una novena de elementos que militan por Europa, en donde Jesús Corona fue de lo más brillante, junto a un Jonathan dos Santos del que se puede esperar aún más.
Los goles de Raúl Jiménez contra Bielorrusia parecen haberlo despertado del letargo. El jugador volvió a brillar y a ser ese delantero que define hasta de crack, aunque por momentos se le vio un poco lento. Javier Hernández fue otro de los que relumbró, sin embargo, la falta de contundencia le pasa factura, ya que contra Holanda se perdió un par de ocasiones por marcar.
Diego Reyes fue otro que le vino bien la gira, pues encontró minutos, armonía e ilusión para regresar a Portugal y pelear por un puesto con el Porto, pues se le vio bien contra Holanda en los minutos que le tocó actuar frente a Arjen Robben y compañía.
Por su parte, Andrés Guardado, Héctor Herrera, Giovani dos Santos y Guillermo Ochoa fueron los que cumplieron conforme a los planes. Ellos volvieron a pesar en el terreno, unos más que otros, pero en el caso de Memo, se manifiesta que está para grandes cosas y no para la banca con el Málaga.

LOCALES
No menos importantes, los de la Liga MX tuvieron un trabajo cumplidor, ya que los “europeos” iban y fueron los que acapararon las miradas, debido a que esta fecha FIFA era de ellos. Al tiempo de que Miguel Herrera llamó a varios chavos para foguear.
Dentro de los que destacaron se puede contar a Oswaldo Alanís en la defensa central, Adrián Aldrete por la lateral izquierda, el “Gallito” en la contención y Alfonso González en el medio campo. Ellos junto al resto saben que deben mejorar, pese a sus llamados recurrentes de Miguel Herrera.
La ventaja es que estarán en competencia con la llegada de la Liguilla, por lo que tendrán actividad y aumentarán su nivel, originándoles más visoreo por parte del cuerpo técnico.

HOLANDA
El examen contra Holanda se tiñó con un toque de venganza tras lo ocurrido en el Mundial, pese a contar con la mejor de sus plantillas, la misma que eliminó a México en Fortaleza. El Tricolor se agrandó como suele pasar ante selecciones de este calibre y con soberbia actuación derrotó a la Naranja en la misma Arena Ámsterdam. De la mano de Vela, “Chicharo”, Corona y hasta de Ochoa, los aztecas cobraron algunos dividendos y ejemplificó que de jugar así el futuro es alentador.

BIELORRUSIA
Con un equipo alterno, México se confió de más, fue soberbio, demeritó y menosprecio a una Bielorrusia casi desconocida, y con errores garrafales dentro de una plantilla, cien por ciento juvenil, cayeron 2-3, derrota que no es para prender los focos rojos, pero que sí dejaron con mucha reflexión a Miguel Herrera, quien externó su enojo y hasta ponderó su próximo filtro, pues de ellos saldría la base para la Copa América de Chile.

CONCLUSIÓN
En lo futbolístico, fueron dos buenas pruebas, con dos selecciones de calidad, una más que otra, pero ambas dejaron diferentes enseñanzas, más allá de que Miguel Herrera montó a distintas selecciones y apostó por otras formas de juego, al salir del tradicional 5-3-2.
Posiblemente contra Holanda se vio un mejor funcionamiento que le dio la posibilidad de sacar el triunfo. En tanto que la juventud impuesta contra Bielorrusia le cobró factura y hasta novatada con errores puntuales que propiciaron la derrota.
De ambos duelos, el Piojo depurará elementos y más en el choque en Borisov, en donde observó a jóvenes con menos experiencia. De ahí que los de trayectoria poco pudieron hacer para rescatar el resultado.
El roce europeo no solamente ayudó a los que militan en el Viejo Continente, sino a toda la selección que al enfrentar a equipos de la UEFA implica ganarse respeto. El simple trajín de diez horas de vuelo, la adaptación de los horarios, del frío y de jugar absolutamente de visitante al no tener tanto apoyo en las gradas, retroalimentan inmediblemente, pues salen del entorno tradicional de Estados Unidos en donde millones de connacionales los arropan como en casa.
La materia económica hoy se hizo a un lado y la FMF ponderó las retribuciones deportivas, que son indiscutiblemente las más importantes y que muchas veces se llegan a olvidar, pero hoy hay más beneficios que contras, en pro de la Selección para un año complicado como lo será el 2015. (Luis García Olivo/ Fotos: Jorge Barrera, Enviados especiales)