Apodaca.- Seis aficionados a las Águilas del América aguardaban ansiosos el arribo de su amado equipo al Aeropuerto Internacional de Monterrey. Poco a poco, el rumor de la presencia de los azulcremas se hizo más grande, hasta que fue necesario montar vallas de seguridad para que el plantel pudiera salir del inmueble.

“¡Piojo, diles que me dejen pasar!”, gritaba un niño que acudió con su camiseta crema para obtener las rúbricas de sus ídolos. A la distancia, el estratega lo saludó con el dedo pulgar.

Una vez que la armada americanista salió con rumbo al autobús que los transportara, los aficionados se volvieron locos y corrieron en busca de la foto del recuerdo. Matheus Uribe y Miguel Herrera fueron los más requeridos y los más rezagados para subir al camión.

Una vez que todos los integrantes subieron al vehículo, los hinchas se posaron junto a éste y comenzaron a entonar el clásico “¡Vamos, vamos América!”.

Las sonrisas comenzaron a aparecer, y es que casi todos los aficionados que se dieron cita, lograron el cometido de hacerse con un recuerdo, pero sin duda alguna, los más contentos fueron los más pequeños. (Yael Rueda / Fotos: Jesús Téllez / Enviados especiales)