No existe mejor escenario para que un deportista saque su mejor versión que unos Juegos Olímpicos.

Ahí, donde se hacen las leyendas, se ha agigantado la figura del ya histórico clavadista mexicano Germán Sánchez. Si en Londres 2012 su medalla de plata en la plataforma de 10 metros sincronizados lo puso entre los inmortales del deporte nacional, en Río 2016 terminó por escribir su nombre con letras de oro.

A un año de conseguir su segundo metal olímpico, el jalisciense recuerda con gran emoción su gesta en el Centro Acuático brasileño, los sacrificios que tuvo que pasar para ver cumplido su sueño y se propone una próxima meta: el oro en Tokio 2020.

-¿Cómo te sientes a un año de tu segunda medalla olímpica?

Feliz, el tiempo pasa muy rápido. He disfrutado mucho esta medalla, es algo que me cambió la vida por completo, con un sabor diferente a la primera. Cuando voy a un lugar y la gente me lo recuerda, sus comentarios, me hacen sentir especial y me dan fuerzas para lo que sigue.

-Ese 20 de agosto del 2016 fue muy especial para el deporte mexicano, ¿cómo lo recuerdas?

Recuerdo que ese día, horas antes de mi competencia, comí frente a la plataforma totalmente vacía y pensaba que en un rato más iba a estar lleno para ver la final olímpica. Justo en ese momento sabía que era mi día. Esa tarde era especial y se fueron dando las cosas a mi favor poco a poco hasta llegar a la medalla.

-Ya consumado el resultado, ¿qué fue lo primero que se te vino a la cabeza?

Es difícil festejar en ese momento. Salí de la alberca y abracé a mi entrenador y el Pollo. Todos mis compañeros tenían una cara de felicidad, estaban emocionados, no me lo podía creer. Me sentí tranquilo y regresé a ese lugar frente a la plataforma para recordar lo que había sentido. Un ex campeón olímpico me dijo antes de la competencia que no permitiera que un resultado cambie mi vida, independientemente de si es bueno o malo. Tenía que seguir siendo el mismo.

-¿Fue diferente la sensación de esta medalla a la de Londres 2012?

En la otra dependí mucho de lo que hizo Iván García, y esta fue totalmente diferente. A Londres llegábamos en gran momento, ganamos Centroamericanos, Panamericanos y Copa del Mundo. Y para Río tuve un proceso muy difícil, con lesiones y altibajos. Mucha gente pensaba que no iba a competir y eso lo hizo diferente. Tuve que sacar la mejor versión de Germán, una versión que estaba escondida y que ni yo sabía que existía.

-La disfrutaste más…

Es muy difícil disfrutar esos momentos. Pero ya que tengo la medalla, si me supo mejor esta de Río. Entre más difícil se ponen las cosas te sabe mejor el triunfo. Nadie se imaginaba que yo fuera a ganar la plata.

-¿Qué sientes cuando ves tus medallas olímpicas?

Recuerdo los momentos difíciles y sé que han valido la pena tantos sacrificios. Les digo: ‘todo valió la pena por tenerte, me siento orgulloso y han hecho que se me suba el ego’. La verdad es que se siente muy padre tener estos logros.

-¿En qué parte de tu futuro está Tokio 2020?

Muchos ya no me ven competir, pero desde que regresé de vacaciones en mi mente ya está Tokio. Todo lo que he hecho es por alcanzar ese sueño, que será más difícil, el cuerpo ya no es el mismo. Estoy dispuesto a pagar el precio para poder estar en mis cuartos Juegos Olímpicos y buscar otra medalla.

-A estas alturas de tu carrera, ¿qué te inspira a seguir mejorando?

Siempre quiero más. Me gustaría convertir mis platas en un oro. Todavía tengo algo que aspirar y todos los deportistas soñamos con eso. Quiero ser algún día el mejor del mundo, no sé en cuánto tiempo me llevará conseguirlo, pero sé lo que tengo que hacer para lograrlo.

ESTO DIJO

“He disfrutado mucho esta medalla, es algo que me cambió la vida por completo, con un sabor diferente a la primera. Esa tarde era especial y se fueron dando las cosas a mi favor poco a poco hasta llegar a la medalla”

Nombre: Germán Sánchez

Lugar de nacimiento: Guadalajara, Jalisco

Fecha de nacimiento: 24 de junio de 1992

Disciplina: clavados

Altura: 1.67 cm

Peso: 44 kg

Apodo: Duva