Su fortaleza es el apoyo de su familia y la misión que tiene con Lobos en la Liga MX. Lucero Álvarez, héroe que atajó un penal a Camilo Sanvezzo en el duelo ante Gallos, estuvo cerca de perder un ojo el sábado pasado, tras un desafortunado choque con Everaldo Stum. La satisfacción más grande para el charrúa fue obtener la primera victoria de la BUAP en Primera División. 

“Muchas emociones, lo más lindo del sábado fue el resultado del equipo, lo que me pasó queda en segundo plano, gracias a Dios no pasó a mayores, una desgracia con suerte y lo más importante la victoria”, expresó el guardameta.

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El uruguayo agradeció el respaldo del cuadro licántropo, equipo que lo ha tratado de maravilla y con el que desea despuntar en su trayectoria en el futbol mexicano. Su accidente futbolístico lo toma como un aprendizaje que lo hará una persona más fuerte.

“Quiero regresar lo más pronto posible a las canchas, para llegar a México me costó mucho, nunca me había pasado nada, ninguna lesión complicada, lo tengo que tomar de la mejor manera y con buena actitud, así es el futbol, tenemos que aprender de todo, quiero aprender de todo”, confesó vía telefónica para el ESTO.