POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA SOTO

Miguel Bosé conquistó el Zócalo de la Ciudad de México en su presentación ante 80 mil personas que quedaron flechadas de sus canciones.

Como parte de su gira “Estaré”, el cantautor español hizo rodar lágrimas a sus fieles seguidores que coreaban al unísono las melodías, sin preocuparse del frío que se dejó caer.

Nuevamente La Plaza de la Constitución fue testigo de la grandeza musical de Bosé, quien contagió a los presentes con sus éxitos que lo han consolidado durante algunas décadas, e hizo cantar, bailar y emocionarse porque con él no han pasado los años y sigue cautivando al mundo.

Con un escenario imponente y la Catedral Metropolitana como fondo formando figuras geométricas, mismas que fueron opacadas con la presencia de Miguel que inició la velada con “Seré”  y “Duende”.

Vestido con un conjunto negro y siendo dueño del escenario con sus movimientos, continúo con “Nena”.

“Buenas noches México, qué grande y bonito. Lo que ven mis ojos es algo para filparse y qué mejor que este lugar con vosotros. Los declaro oficialmente responsables de lo que me  pase esta noche en el Zócalo. Empieza una nueva era y he decidido que me voy a confesar. Pero estoy exento de pecado”, dijo a los presentes mientras estos estallaban de algarabía por estar esa noche con él.

Entre sus invitados estuvo Ximena Sariñana con quien cantó “Aire soy”, para entonces la plancha del Zócalo era una fiesta en el ritual armonioso de Bosé.

“Yo pensaba que a mis hijos les iba a dejar un mundo mejor, pero han sucedido tantas cosas que no podré hacerlo. La paz se trabaja en frentes diferentes, como en esta canción que escribí en 1992 y que habla de inmigración. Pero sucede que algunas personas se tiñen el cabello de rubio y les da por levantar muros”, manifestó la intérprete.

Luego dio paso a Paty Cantú, que sentada al lado el cantante, interpretaron “Amiga”. Siguió con “Creo en ti” y con “Don diablo” le puso más sabor rítmico a la noche con los asistentes danzando en sus pequeños espacios.

“Estaré” y “Como un lobo” con Sasha Sokol. Pepe Aguilar entonó “Siempre en mi mente”, y Ana Torroja fue la “Morena-mía” que elevó los ánimos. El repertorio incluyó “Bambú. Luego subió Benny Ibarra para acompañarlo con “Bandido”, que fue la catarsis haciendo vibrar el Zócalo: “Te amaré” para despedirse diciendo: “México, pasé lo que pasé, yo siempre te amaré”.