LEÓN.- Su rostro lo dice todo.
Trota alrededor del campo con miedo, con poca confianza, mezclada con malestar.
Su molestia física no se ve, pero ahí está, justo en la siempre complicada y sensible rodilla, alcanza el menisco e inflama un ligamento. Él puede correr, puede patear, mas no jugar ni acelerar y frenar. Eso lo tiene mal, lo tiene serio, cabizbajo, perdido en un mar de dudas.
Es Yámilson Rivera, el colombiano que justo cuando mejoraba su futbol en la Liga MX, se lesionó después de enfrentar al Barcelona en España, para hoy estar entre las canchas y el quirófano.
Sí, el “Diablillo” podría tener una cita con el bisturí si el estudio al que se someterá hoy no dice lo contrario. Saúl Juárez, doctor de La Fiera, confía en que no habrá necesidad de ponerle una bata y que con pura rehabilitación saldrá adelante.
Sin embargo ya son varios días de incertidumbre, de fisioterapias, de entrenamientos, de estudio tras estudio. Yámilson sabe que podría parar varias semanas más si la suerte hoy no lo acompaña.
Es una lesión crónica que se ha tratado de detener con ejercicios de rehabilitación específicos, él y su galeno quieren agotar la última instancia, la cual llegará a la operación de ser lo más necesario.
Por lo pronto todos los días para él son así; escucha la charla previa y después trota alrededor de la cancha, luego para y va y platica con el “doc”, a veces va al gimnasio y a veces directo a las tinas.

MARCOS CAICEDO
El otro sudamericano de apellido Caicedo, parece la ha librado, su rodilla ya lo dejó entrenar al parejo y su inclusión en la convocatoria para el sábado parece inminente aunque sea como opción de cambio.
Marcos ayer trabajó con el grupo que no jugó ante el Herediano y lo hizo sin novedad, entero y consciente de que su crédito con el equipo sigue agotándose. El ex Emelec debe empezar ya a marcar diferencia o se irá como un tal Arrechea. (Omar Oseguera Acevedo/Fotos: Eduardo Maceira/ESTO del Bajío).