CORTESÍA DE JESÚS TEPEPA
FOTOS: ALBERTO MONTALVO

DURANTE épocas pasadas en las antiguas cortes se acostumbraba celebrar fiestas verdaderamente fastuosas… un derroche impresionante… En un determinado momento se solicitaba la presencia de quienes entretendrían a los soberanos; desfilaban saltimbanquis, ilusionistas, arlequines, bufones, danzarines y… quienes a través de sus voces elevaban espíritus a otras dimensiones: los dueños del bel canto.
El maestro don Fernando de la Mora es uno de esos magos que con su cántico transporta almas al infinito… y para el próximo 11 de noviembre en la Fundación San Sebastián, ofrecerá otro de sus magnos conciertos; en esa ocasión estará a su lado la maestra pianista doña Teresa Rodríguez, en el evento “Música para los migrantes”.
“Siempre será un honor poder estar en el escenario compartiendo la belleza de la música con alguien a quien también le apasiona el arte, por supuesto me siento halagado de cantar en mi país como lo he repetido en diferentes ocasiones y no será la excepción”.
Recientemente -septiembre para ser exactos- el famoso tenor estuvo en el Auditorio Nacional, en lo que fue una auténtica fiesta muy mexicana.
“No hay punto de comparación porque los escenarios son diferentes, los motivos también son distintos, aunque el sentimiento es el mismo; tener la posibilidad de acercar a la gente al arte es altamente satisfactorio, desde luego todo el público está invitado”.
Por diversos motivos o razones, el bel canto ha ido conquistando niveles de popularidad.
“Eso es magnífico porque aún hay gente que asocia un concierto con tedio y no es así de ninguna manera; los diferentes géneros siempre tienen algo excelso para ofrecer, ya sea ópera, opereta, zarzuela, algunos piensan que ciertos géneros son menores y es una idea equivocada”.
El maestro ha interpretado desde los grandes clásicos hasta lo más granado en cuanto a popularidad se refiere en compositores nacionales.
“Es un verdadero gusto poder estar en un lado y el otro, la excelsitud de quienes forjaron la historia no está en tela de duda, los contemporáneos también tienen mucho que dar porque la calidad no tiene época, simplemente hay buena o mala música”.
La noche de este cercano 11 de noviembre se engalanará con la voz del maestro Fernando de la Mora y la magia de su canto.