26, octubre 2015 - 8:58
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EN su tercera ocasión en pisar suelo mexicano, el cantante brasileño Daniel Boaventura trajo consigo lo mejor de su repertorio del romanticismo para seducir a un teatro Metropólitan, que cayó rendido a sus pies ante un total aforo, la noche del sábado en una espléndida presentación del jazz clásico, swing y un frenético show de una voz privilegiada.
El cielo iba cediendo terreno a una noche algo prematura, la cita era a las 20:30 horas, tras una demora de alrededor de 15 minutos, el público ávido de los deleites audibles que provoca Boaventura presionaba con el mágico sonido del choque de las palmas.
El también actor encendió los ánimos al salir a encuadre con el tema “Lady is a Trap”, guturales inmensos y aplausos recurrentes entonaron los espectadores al ver a su ídolo sobre el entarimado, vistiendo un smoking clásico, la escenografía consistía en un fondo abstracto de una ciudad a simple vista la neoyorquina.
“Es un gran placer volver a México. Me lleno de felicidad volver a estar ante un público tan caluroso”, sobre él un juego de luces tenues, mientras hablaba irradiando algarabía, las fanáticas gritaban cantidad de elogios: “Guapote”, “Ese es mi esposo” e inclusive un “Cásate conmigo”.
“Kiss and Say Goodbye”, con el escenario cubierto de azul y rojo; tomando por sorpresa a parte de la concurrencia, pues también mostro uno de sus envidiables dotes detrás de saxofón.
Sin dejar caer las expectativas, cautivó con la interpretación de “New York”, que coreaban adultos y jóvenes presentes en el inmueble, generando una bonita postal digna de portada de álbum.
“Fly to the Moon”, entre la audiencia cabeceos al ritmo melódico de esta balada estremecedora de Sir Frank Sinatra, “My Way”, sostuvo el sentimiento uniforme, por ende el público le brindó el más cálido de los aplausos, con elegancia sobre el entarimado continuaban los éxitos.
“En un país tan importante tanto por su cultura como por su pueblo, es un honor tan grande que prepare unas canciones en español”, no se hizo esperar el resonar de las voces entre “eeeh” y “uuuh” se estremeció el recinto; las letras celebradas en demasía fueron “Bésame mucho” y “Quizá, quizá”.
Así se desarrolló la velada donde brilló con luz propia una de las voces por excelencia del género musical, Diego Boaventura, con su gira que lleva el nombre de su última placa discográfica “Your Song”, encantó a cada uno de los presentes por un aproximado de dos horas.