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Mi perspectiva.José Luis Camarillo
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José Luis Camarillo

19, agosto 2022 - 2:45

¿’Vaquero’ vengador?

La reaparición de Emanuel “Vaquero” Navarrete contra el mexicalense Eduardo “Gemelo” Báez, en defensa de la faja mundial pluma de la WBO, hace voltear a los fans y a los especialistas, que lo hacen favorito y ya imaginan un posible choque entre el peleador de San Juan Zitlaltepec, en el municipio mexiquense de Zumpango, y el astro Shakur Stevenson.

Un pleito entre Navarrete, que subiría de nuevamente de peso, y Stevenson, tendría su dosis de morbo porque se puede hablar de que el “Vaquero” buscaría adoptar el papel de vengador de Óscar Valdez, al que Shakur destronó como rey superpluma del WBC y de pasó le tumbó la aureola de invicto. Así, Stevenson sumó el cinturón verde y oro al que ya tenía de la WBO.

Sabedor de que ahora menos que nunca puede caer en excesos de confianza, Navarrete se refirió así de su adversario en turno:

“Báez es un guerrero con un estilo imponente y de avance. Es inteligente y tiene buena técnica.  La pelea será difícil en los primeros seis asaltos hasta que lo descifre. En la segunda mitad de la pelea, esperamos poder conectar combinaciones al cuerpo para debilitarlo y lograr la victoria”.

De acuerdo con Emanuel, el actual ha sido el mejor campo de entrenamiento de su carrera, el cual comenzó en la Ciudad de México y terminó en Tijuana.

“Estoy listo para volver después de un largo descanso. A veces te empiezan a surgir dudas cuando pasas tanto tiempo fuera del ring, pero tan pronto comienza el campo de entrenamiento, vuelve la mentalidad positiva”, acotó el peleador de estilo netamente agresivo y con un arsenal que dispara de las formas más inverosímiles.

El “Vaquero” mantuvo un bajo perfil, lo cual animó a los dirigentes del entonces invicto ghanés Isaac Dogboe, a quien llamaban “el nuevo Azumah Nelson”. La noche del 8 de diciembre de 2018, el fuerte golpeador mexiquense ganó con claridad en 12 vueltas a Dogboe para arrebatarle el cetro mundial supergallo de la WBO en el Garden de Nueva York, en una actuación que “le llenó los ojos” al legendario promotor Bob Arum. Cinco meses después en la revancha, maceró a Dogboe hasta obligar a su esquina a tirar la toalla en el duodécimo y último episodio.