Hoy hace un buen día para recordar otro hecho vergonzoso que ocurrió allá por 1994 en el que estuvo involucrada la Comisión de Árbitros de aquellos tiempos.

Resulta que mi hermano Arturo Brizo Carter había pitado las tres últimas finales (de torneos largos) en forma consecutiva: Pumas vs América, León vs Puebla y Monterrey vs. Atlante. Así, fue designado para dirigir su cuarta final sucesiva, antes de irse a representar a México en la Copa del Mundo USA 94.

El viernes anterior, faltando solamente unas horas para que se llevara a cabo el partido, mi consanguíneo recibió una llamada del alto mando de los hombres de negro avisándole que “dice mi mamá que siempre no”, al tiempo que le suplicaban que ya no viajara a Guadalajara. Después nos enteraríamos de que los Tecos de la UAG lo habían recusado y que su lugar sería ocupado, portando la ocarina en el centro del terreno, por Armando Archundia.

Arturo declaró a los medios de comunicación que “mientras estuvieran: Marcelino García Paniagua como Presidente de la FMF y Marcel Pérez Guevara como Presidente de la Comisión de Árbitros, jamás volvería a dirigir un partido de futbol en el balompié mexicano”.

Por su parte “don Marcelino” declaró que “no se pusiera de sabroso porque hasta la designación del Mundial le podrían quitar”. Así, la participación de Brizio Carter en USA 94 la hizo, con el respaldo de FIFA “ya retirado del arbitraje” en una muestra de: casta, congruencia, valentía y dignidad, evidenciando el ADN que corre por sus venas.

Pero, “La Virgen todo lo ve” y quiso el destino que, al pasar de los meses, vientos de cambio soplaran en la FMF y más temprano que tarde ese par de sujetos (Marcelino y Marcel) fueran apartados de sus cargos, lo que le permitió a mi queridísimo carnal regresar a las canchas, con la frente en alto, hasta culminar su brillante y fructífera carrera como silbante en la Copa del Mundo… Francia 98.

Este recuerdo llega fresco a mi memoria; en virtud de, los penosos hechos acontecidos la semana pasada cuando la Comisión de Árbitros actual procedió de manera semejante, al haber designado a Daniel Quintero al Tigres vs. Pumas, para luego “cambiarlo” por César Ramos Palazuelos, cumpliendo los “caprichos” de la escuadra estudiantil, violando los protocolos para la designación de los silbantes, estableciendo… un nefasto precedente.