En las filosofías: hindú y budista el “karma” se refiere al proceso de “causa y efecto” por el cual las buenas acciones generan más buenas acciones; mientras que las malas acciones generan más malas acciones. Algo así como: “El que la hace la paga”, “El que a hierro mata a hierro muere” o “Al que obra mal se le pudre el tamal”.

Esto viene a cuento para referirme a los penosos casos de Martín Anselmi y Fernando Gago quienes vieron la primera luz a orillas del Río de la Plata y que vinieron a nuestro país, como ya se ha vuelto tradicional, a cambiar espejitos por oro.

Anselmi llegó para convertirse en el “Maquinista” de la Noria, en un intento por devolverle la gloria al equipo cementero y la verdad sea dicha, ahí la llevaba, hasta que el diablo metió la cola.

Mientras tanto, Gago, aterrizó en la “Perla Tapatía” para encarnar al pastor del “Rebaño Sagrado” y también sería ingrato hablar de que estaba haciendo un mal trabajo.

Sin embargo, ambos estrategas fueron “tentados por belcebú” y al grito de: “Nadie le dice que no a dirigir en Europa (al Porto de Portugal)” y “Nadie le dice que no a Boca Juniors” (de Argentina) en medio de una telenovela que bien habría firmado Corín Tellado, dimitieron a su cargo, dejando con un palmo de narices al Cruz Azul y al Guadalajara, respectivamente.

Ahora, noticias provenientes de la nación lusitana (Portugal) afirman que, a pesar de que el Porto marcha en tercer lugar de la tabla (a 9 unidades del líder Sporting de Lisboa) fuera de los lugares para disputar “La Champions”, el ex timonel azul no ha logrado “ganarse” a la afición de los dragones.

El “respetable” en redes sociales, le tundió con todo: “El peor entrenador en la historia del Porto”, “Anselmi eres muy malo”, “Da un paso de costado”.

Mientras tanto el estratega xeneise quedó “con un pie fuera del banquillo y el otro en una cáscara de plátano” cuando Boca fue eliminado de la Copa Libertadores a manos (mejor dicho “a pies”) del Alianza de Lima de Perú.

Y aunque “le puso crédito a su celular” con algunos buenos resultados en el torneo local, todo parece indicar que cada semana se estará jugando el puesto.

El karma es como el diablo o como el “sancho”, lo que usted prefiera, “nadie cree en ellos; pero… si existen”.