En un mundo en el que Sergio Pérez manejaba a más de 300 kilómetros por hora, de pronto el piloto mexicano se vio obligado a parar, como si debiera meter el freno en plena recta y su carrera rumbo a la meta quedara irremediablemente inconclusa. Aunque muchos vieron en esa pausa algo parecido al final, Checo bien sabía que llegaría el momento de volver a acelerar.

En las palabras del piloto tapatío siempre dejó ver esa intención. Tras su salida de Red Bull, provocada por un entorno tóxico, no tanto por su capacidad para manejar un auto de semejantes condiciones, Checo sabía que tarde o temprano llegaría una oportunidad. La opción de Cadillac siempre sonó como una brillante posibilidad, pero en este mundo tan cambiante cada día ofrecía una versión distinta.

Checo aguantó con paciencia el momento de asegurar su vuelta a la Fórmula 1, no importaban los rumores que volvían a ponerlo en la congeladora, incluso respondía con tranquilidad aquellas preguntas de aquellos que se encontraba en la calle y lo cuestionaban por su futuro.

Su llegada a la escudería supone el fin de la pausa, ese momento en el que el piloto mexicano comienza a calentar nuevamente los motores, ahora sí a lo que supone su última gran etapa dentro del gran circo del automovilismo.

Más allá de lo que este nuevo contrato representa para el piloto, como esa oportunidad de cambiar esa última versión que la gente advertía en su última etapa con Red Bull, a la sombra de Verstappen y como víctima de los cambios y deterioros que ya se veían en la escudería, su vuelta también impacta de lleno en los aficionados mexicanos.

Aunque hubo quien mantuvo su interés por la Fórmula 1, la realidad es que los domingos sin el Checo no dejaban de estar incompletos. La alegría de ver al mexicano pelear semana a semana por subir al podio no solo nos enganchó con un deporte que hasta entonces parecía lejanísimo, sino que nos presentó nuevas posibilidades: la certeza de saber que la nacionalidad no es un impedimento para brillar a máxima velocidad.

Checo está de vuelta, y eso es suficiente para emocionarse con una nueva temporada, aunque aún falte para que esta termine.