No sé qué ha cambiado del futbol mexicano para que en la actualidad sea tan impasible, cual cruel mensaje hacia los aficionados sensibleros. De antaño, por ejemplo, los estadios eran símbolos en sus respectivas plazas. El antiguo Coruco Díaz era realmente un escenario difícil de sortear. Los visitantes sufrían cuando Don Nacho Trelles mandaba regar el crecido césped al mediodía, y a la hora de los partidos, a las 3 de la tarde, aquello era un hervidero.

Los clubes grandes de antaño, cuentan los viejitos, eran Atlante y Necaxa. Jugaban el clásico pambolero y la rivalidad vaya que despertaba pasión en las tribunas. Hoy la plaza de Zacatepec es ignorada olímpicamente por la Liga MX, y el Necaxa, de los Electricistas, mutó a Hidrorrayos y en la actualidad es un menospreciado club con residencia en Aguascalientes. ¿El Atlante? Es un plantel gitano, el que más ha cambiado de sede, y ni siquiera milita en el máximo circuito, a pesar de sus múltiples títulos en la Liga de Expansión, certamen que sólo reparte trofeos de latón.

Pues bien, la añoranza nace a partir de que hoy circula en redes sociales un documento atribuible al IMPI (Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial) en el que aparece un cambio a la razón social del otrora equipo del pueblo, bajo la extraña denominación de Atlante Zacatepec FC. El presidente Emilio Escalante lo niega e inclusive jura y perjura que el equipo sigue siendo Atlante FC.

Habrá que creerle. Pero, ¿se imaginan? ¿Atlante Zacatepec FC? Sería como atentar (otra vez) contra la tradición e historia de dos escuadras muy futboleras. El hecho de que los Potros de Hierro se muden a la Selva Cañera de por sí resulta incómodo. Peor sería que desapareciera el uniforme azulgrana y renazca el jersey blanco con la franja horizontal verde, o que pretendan hacer una mezcla de ambas prendas.

No, mejor dejemos que las dos oncenas permanezcan sepultadas por nuestro insensible futbolito. Total, ya sin ascenso, sin mexicanísimo (a Chivas también lo están destruyendo), sin el respeto a las tradiciones, como ahora lo será ver a Cruz Azul de anfitrión en CU (nuevo atentado a las rivalidades), así tienen al balompié local, con la soga al cuello. ¡Ya libérenlo! No hay que ser…