¿Ya están listos para la gran fiesta del futbol mexicano? Ha terminado el torneo en su fase irregular (sí, leyó usted bien: en su fase “irregular”) y después de esa “pachotada” bautizada con el rimbombante y anglosajón nombre de “Play in”, los ocho primeros lugares de la tabla se aprestan a luchar por el título.

Se jugaron tres jornadas y se suspendió la competencia para dar paso a otra de las “geniales y novedosas ideas” que generan esas “mentecillas que brillan” que fue la Ligues Cup.

Ya casi sobre la fecha 17, los Rayados de Monterrey tenían varios partidos pendientes. Muchos encuentros se cambiaron de sede o fueron pospuestos por el mal estado de la cancha que había sido provocado por los diversos eventos extra balompédicos (léase conciertos) que organizaron en sus respectivos inmuebles; es decir, como desde hace años, no se respeta el calendario de juegos.

Los problemas administrativos tales como: quitarle los tres puntos al Puebla en la mesa, por una supuesta alineación indebida y de manera vergonzante tener que dar marcha atrás porque el TAS “los agarró a nalgadas”; o el caso de Joaquín Esquivel quien “alineó” con 5 tarjetas amarillas acumuladas ante Chivas, cuando debió de estar suspendido, sin que existieran consecuencias; o el caso del “Tecatito” que jugó con el número equivocado en los dorsales, en el clásico del norte, para que las autoridades (in) competentes no previnieran dicha anormalidad.

Hace un año ya del fracaso sufrido en Qatar y la nueva administración del “cartel del futbol” llegó cargada de promesas que (supuestamente) nos convertirían en potencia futbolística, de las cuales no ha cumplido, prácticamente, ninguna.

Sí, ya hay un extranjero menos por cada equipo ¿Y?, sigue existiendo el repechaje (disfrazado), no ha desaparecido la multipropiedad, continúa el no descenso y los fracasos a nivel de selecciones se multiplican, tal y como ocurrió en el Mundial Sub 17, celebrado recientemente en Indonesia o la calificación de “panzazo” del Tri a la Copa América.

El cambio más significativo fue que le pusieron un nuevo nombre al puesto a que ocupa quien encabeza la FMF y ahora se habla del “Comisionado Presidente”; pero que, para el caso sirve para tres cosas.

En el organigrama, en los puestos clave, no hay “gente de futbol”. Uno proviene del atletismo y el otro de la política (aunque en su vida deportiva fue pelotari estelar de Cesta Punta).

Así las cosas, todo sigue igual o peor. Pero, eso si … que arranque la liguilla.