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Hablillas. José Ángel Parra
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José Ángel Parra

Fecha

6, febrero 2023 - 6:00

Puras habas

Alguna vez, hace un titipuchal de años, me encontré con Don Guillermo Sepúlveda (QEPD), a quien apodaban el Tigre, eximio integrante de las Campeonísimas Chivas Rayadas del Guadalajara, las auténticas, a las que se les debe -aunque enfade- toda la fama y popularidad del único y verdadero mexicanísimo, genuino, inolvidable e indispensable.

Bonachón, ánimo dispuesto, pero de lenguaje áspero y actitud desafiante, relataba con singular orgullo la inmortal anécdota en la que arrojó la jerga rojiblanca (sí, literal) al campo, antes de abandonarlo, luego de ser expulsado en un clásico contra América. “¡Con esa tienen…!”, espetó, al tiempo que dibujaba indecentes simbolismos en el aire, con el puño derecho en alto, hasta exponer únicamente el codo. Y bueno, efectivamente, al menos en aquella ocasión con esa tuvieron, los muy cajetas (así eran previo al mote de cremas).

Pues bien, de esa memoria recuerdo su relato en torno al nacimiento del clásico en cuestión. “Nos los encontrábamos (a los americanistas) en las concentraciones de la Selección Nacional: ‘Ya llegaron los jalisquillos’, nos decían, en modo despectivo. Y nosotros les regresamos el ‘saludo’”, contaba risueño, divertido. Pero de esos desencuentros en el Tricolor creció la rivalidad. Se forjó.

El suceso viene a cuenta porque con el tiempo ese pasaje quedó tan en el olvido, que hoy pocos saben por qué diantres existe tal encono. Obvio, en la actualidad sus jugadores ya no son la base del representativo verde. Ni sus propios militantes comprenden de dónde tanto argüende. De hecho, hoy ni selección tenemos. Los dueños del balón están más preocupados por “conservar la calidad” que, según Yon de Luisa -titular de la Femexfut- ofrecen los múltiples foráneos (fuereños, pues) en la maltratada Liga MX, antes que apostar por los jóvenes mexicas. Intercambiamos porras por consignas de barras sudamericanizadas.

Mas si cierto día les pica el gusanito de saber qué fue del futbol mexicano, propongo apelar a los libros de historia en lugar de recurrir a una moderna aplicación para contemplar -con todas las dificultades que implica- un aburrido 0-0 de los equipos que guste, con 16 extranjeros dotados de “exquisitez”, pero sin goles, corazón ni alma. Mucho menos, diversión.