Todavía no salgo del asombro al escuchar a ciertos aficionados al boxeo demeritar, algunos de manera sistemática y a veces hasta dolosa, la trayectoria de Saúl el “canelo” Álvarez.

Si bien es cierto que dista mucho de ser “la reina de la simpatía” y en sus declaraciones da la impresión de estar muy sobrado y de que la palabra “humildad” no existe en su diccionario, también lo es que, posee un palmarés impresionante.

Ha disputado 65 peleas de las cuales solamente ha perdido 2 (frente al ruso Dmitri Bivol y Floyd Mayweather Jr.) ambas por decisión, tiene dos empates, 61 victorias (39 por la vía del cloroformo) y nunca ha sido noqueado.

A sus 33 años de edad ha ostentado 19 títulos mundiales en 4 diferentes categorías de pesos distintas y para acabarla de amolar es millonario, porque ha sabido manejar muy bien sus finanzas.

Aunque no soy un experto en el tema, estoy consciente de que a lo largo de la historia del deporte de las orejas de coliflor han existido mejores pugilistas mexicanos que él; pero, nadie puede negar que es una figura del boxeo.

Que “le ponen rivales a modo”, que “le falta punch”, que “lo inflaron”, que “no le llega ni a los talones a “x” peleador”, que “debería de enfrentar a Benavidez y le tiene miedo”, que “la arañas”.

Digo, si es tan “limitado” ¿Por qué sus funciones se venden tan bien, abarrotando los inmuebles en donde se presenta y batiendo records de audiencia?

Todo este largo preámbulo viene a cuento para abordar el tema que hoy, estimados lectores del “Diario de los Deportistas” me gustaría tratar para ustedes.

Resulta que para el último combate del Canelo los organizadores le impidieron acreditarse a mi amigo el “polémico” peridotita David Faitelson, cuestión que de origen me parece un desacierto.

Sin embargo he escuchado cualquier cantidad de aseveraciones tales como “le pusieron la mordaza a David” ¿Perdón?, yo no me enteré de que le hayan prohibido expresar su opinión en ningún medio, hablado o escrito, incluidos la empresa televisiva para la que presta sus servicios y las redes sociales. De hecho, me parece que participó en la transmisión.

Los periodistas tienen todo el derecho de expresar sus puntos de vista, al igual que el “Team Canelo” tiene la potestad de negarle la acreditación a quienes ellos consideren pertinente … por así convenir a sus intereses.