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Mi perspectiva.José Luis Camarillo
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José Luis Camarillo

11, agosto 2022 - 22:53

Peleas soñadas

Con motivo del 40 aniversario de la desaparición física de Salvador Sánchez Narváez, quien se encontraba en su apogeo como soberano del WBC de las 126 libras al momento de estrellarse con su bólido en la carretera federal México-Querétaro, una vez más renació la interrogante sobre quién hubiese triunfado en un pleito imaginario entre el de Santiago Tianguistenco y JC Chávez.

Las opiniones están divididas, por lo general sin que alguien se detenga a hacer una profunda evaluación, debido a que los fans de uno y otro anteponen el corazón sobre las bases del razonamiento.

Mauricio Sulaimán, presidente del WBC, dijo algo en su reunión de este jueves con los medios, que puede acercarnos a un posible vaticinio.

Sulaimán Saldívar estableció que, si se estudian los tiempos de Sánchez y Chávez, el héroe de Santiago Tianguistenco se encontraba en el cenit de su trayectoria y se había medido con los rivales más experimentados, cuando JC apenas comenzaba su racha de triunfos de importancia.

En edad no andaban tan dispares. Sal nació el 26 de enero de 1959 y JC vino al mundo el 12 de julio de 1962. Inclusive, Julio nos dijo hace tiempo que “se puso un año de más” para ser autorizado como púgil profesional.

Ello conduce a la conclusión exprés de que quizá Salvador hubiese ganado el primero de lo que hubiese sido una serie de encuentros épicos, y que Julio se hubiese impuesto en la revancha un par de años más tarde, una vez alcanzada su plenitud en el ring.

Salvador se proclamaba campeón pluma del WBC en febrero de 1980, al mismo tiempo que Julio hacía su debut profesional. En 1981, Salvador ya hacía planes para subir de división y medirse con Alexis Argüello en el que se suponía un choque electrizante.

Pipino Cuevas y Carlos Palomino nos dejaron con las ganas de verlos enfrentarse cuando ambos eran soberanos del mundo de peso welter en una época en que sólo existían el WBC y la WBA.

Lo mismo sucedió con Humberto “Chiquita” González y Ricardo “Finito” López.

Cuando las fuerzas son equilibradas se dan pleitos brutales como los que protagonizaron Israel Vázquez y Rafael Márquez, con serio deterioro en sus respectivos físicos porque además echaron el orgullo por delante.