En virtud de que los árbitros se han vuelto, de un tiempo para acá, las estrellas del balompié mexicano; pues acaparan los comentarios de propios y extraños. No es raro, escuchar a “especialistas” en futbol, emitir sus “doctorales” opiniones, de manera obsesiva, respecto al quehacer de los silbantes.

Esta introducción viene a cuento; en virtud, del clásico del norte, disputado el pasado sábado en “El Volcán” en donde, en medio de un partido muy polémico los Tigres terminaron por alzarse con la victoria.

Pienso que es indispensable, antes de hacer un juicio sumario sobre el desempeño que tuvo un colegiado, tomar en cuenta “el grado de dificultad del partido”; y oiga usted, el Tigres vs Rayados fue un encuentro “saca la pistola” muy difícil de dirigir con la ocarina.

Aunque hay algunos aficionados y “expertos” que quieren guisar una parte de la virilidad de Marco Antonio “El Gato” Ortiz en chilpachole, en mi opinión se tiró un partidazo.

No han faltado quienes, de manera irresponsable, se tomen el atrevimiento de afirmar que el Nazareno tenía la consigna de “desmantelar” al Monterrey, debido a que en esta próxima jornada recibirán al América ¡Por favor!

Digo, si así hubiera sido no hubiera sancionado, de manera correcta, un penal a favor de Rayados y en esa misma acción expulsar, por doble amarilla, a Diego Lainez.

Al minuto 53, también pedían la roja para Jordi Cortizo, quien, efectivamente, entró con los tachones por delante; pero, no existió un “full contact” en la espinilla de su adversario, la fuerza empleada fue de mediana intensidad y no puso en riesgo la integridad física de su adversario. Todo quedó, de manera adecuada, en amarilla.

Así, hasta el minuto 72 Rayados iba arriba en el marcador, por la mínima diferencia y estaba jugando contra diez hombres; sin embargo, el argentino Germán Berterame, en una falta que le sancionaron a su favor, en media cancha, le protestó (de manera irracional) siendo amonestado, para después insultarlo para irse a bañar temprano.

5 minutos después Oliver Torres se hizo expulsar dejando a su equipo con 9 elementos. Al minuto 90 cayó el gol del empate (los sembradores de veneno afirman que de una falta inexistente). Para que, en tiempo de compensación, se escribiera la historia.

Duélale a quien le duela, pésele a quien le pese, en Gato realizó un gran trabajo… para conocedores.