He de platicarles, estimados lectores del Diario de los Deportistas, que en mi juventud me fui “de mochila” a Europa acompañado de mi gran amigo Fernando España (efectivamente Miguel es hermano de él). Fer estaba viviendo en Francia y yo lo alcancé por aquellos lares en un poblado llamado PAU desde dónde iniciamos nuestra aventura.

Llamó poderosamente mi atención que recién llegué mi gran amigo me advirtió: “si te preguntan estos franceses que, si en México venden cigarros en las farmacias, les dices que no”. Después me enteraría que se burlaban de él con esa cuestión que la verdad sea dicha resulta paradójica.

Pues bien, si me encontrara a los mismos franceses el día de hoy y me preguntaran que si “en México existe la multipropiedad en el futbol profesional y que si una empresa que se dedica a las apuestas es uno de los “poliposeedores” de oncenas en la Liga Mx y la Liga Premier”, apenado, al igual que Fernando España, me vería obligado a negarlo, para que no nos tacharan de tontos.

Y es que aquí, en nuestro país, al grito de “No me vengan con que la ley es la ley”, hemos normalizado violar de manera consuetudinaria los estatutos emanados de la FIFA, máximo organismo que rige el balompié en el orbe entero.

¿Sabían ustedes que es un mandato estatutario que el director del arbitraje, en cada una de las asociaciones afiliadas, debe de ser un ex silbante? Pero, en nuestro país se ha nombrado en dicho puesto a un ex futbolista del América.

Ahora, muchos han puesto el grito en el cielo y se rasgan las vestiduras debido a que siete jugadores de los equipos de la liga Premier y de Expansión: Real Apodaca y Correcaminos fueron suspendidos por la Comisión Disciplinaria de la FMF, por participar en apuestas deportivas.

Ahí tenemos en “chirona” a Billy Álvarez y a Fidel Kuri ex directivos de la Máquina Celeste del Cruz Azul y de los “Escualos” del Veracruz respectivamente.

En un país sin memoria, podemos recordar el penoso caso de los “Cachirules”, en donde coludidos deshonestos directivos y futbolistas sin escrúpulos alteraron sus actas de nacimiento y cuando fueron sorprendidos en la maroma, le costó a México una suspensión que lo dejó fuera de la Copa del Mundo Italia 90.

El futbol mexicano es un deporte de traposos … ¿No que los “rateros” eran los árbitros?