La Selección Mexicana de Futbol arrancó, el pasado sábado, su participación en la Copa América, que se disputa en el vecino País del Norte, con una victoria por la mínima diferencia ante su similar de Jamaica, dentro del Grupo “B”.

Las críticas no se hicieron esperar. Llama mi atención, por ejemplo, que en el mismo certamen Panamá fue goleada por Uruguay al son de tres goles por uno y los “canaleros” fueron elogiados; mientras que, los nuestros se llevaron los tres puntos junto a una carretada de ataques y cuestionamientos.

Los jamaicanos se han superado, cuentan con 10 futbolistas que juegan en el viejo continente, dos de ellos en primera división.

Esta película ya la vi, los que dicen que saben de futbol pretendiendo que “el equipo de todos” que juegue como si fuera potencia balompédica y eso jamás va a suceder.

México con pocas variantes al ataque, sin profundidad, fabricando escazas oportunidades de gol y las que se elaboran, normalmente se fallan. Haciendo agua en la defensa, especialmente en las acciones a balón parado.

Pero, sobre todo con ese efecto “mimetizador” que ha caracterizado al equipo, en donde cuáles hábiles camaleones, hacen propias las características del rival en turno, mostrando que, desafortunadamente a pesar de los años, no tenemos un estilo propio ¿Cuándo ha jugado bien la Selección?

Todos rasgándose las vestiduras “exigiendo su tequila y pidiendo su canción”, poniendo en tela de juicio no solamente la capacidad; sino, la continuidad del Jimmy Lozano al frente del Tri.

El siguiente rival es Venezuela el día de mañana miércoles en el SoFi de Inglewood, California y el próximo domingo frente a Ecuador en el State Farm de Glendale, Arizona, en donde los otrora roedores deben, de manera obligada, obtener el boleto a la siguiente ronda. De lo contrario, sería el acabose.

Y es que, echando a volar la sinceridad el “orgullosamente hecho en CU” (Léase Jaime Lozano) cuenta con un gravísimo problema, el de haber visto la primera luz entre los límites geográficos marcados por el Río Bravo y el Río Suchiate.

Sin embargo, si hubiera tenido la suerte de nacer en el cono sur, cerca del Río de la Plata, hablara cantadito y se “comiera” algunas vocales tendría asegurada la continuidad hasta la Copa del Mundo.

Y no es que lo desee, al contrario; pero, apuesto doble contra sencillo a que el Jimmy … no completa su ciclo.