Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Hablillas. José Ángel Parra
titulo-foto

José Ángel Parra

27, enero 2025 - 6:00

NO APRENDEN

Tiempo atrás, cuando sonó Iván Alonso como director deportivo de Cruz Azul, el presidente del Pachuca, Armando Martínez, quiso alertar a los celestes sobre las mañas que según él tiene el uruguayo, con quien la dirigencia tuza había trabajado. “Iván tuvo situaciones que no van con el reglamento del club y nuestra filosofía, por eso no siguió con nosotros”, denunció en ese entonces.
Y aunque Martínez se reservó los motivos por los que despidieron a Alonso, más tarde se supo que supuestamente habría desviado medio millón de dólares de una operación por su paisano, Jesús Trindade. “Hay cosas que no podemos tolerar como institución, por eso rompimos el contrato con él”, añadió Armando, quien recomendó públicamente a la directiva azul no emplearlo.
Pese a ello y a que incluso el propio Jesús Martínez, mandamás de Grupo Pachuca, habló en privado con Víctor Velázquez, titular del club cementero, éste último hizo caso omiso y decidió darle potestad a Alonso. Pues bien, ahora resulta que Iván habría llegado a un acuerdo con el Porto de Portugal al aceptar una cláusula de rescisión menor a la que el técnico argentino, Martín Anselmi, tenía en su contrato, lo que significaría una usurpación de funciones de parte de Alonso, de acuerdo con el Diario Récord de aquel país. Sin embargo, mediante un comunicado, Cruz Azul aseguró que “no existen evidencias que sugieran la aceptación de algún acuerdo” y precisó que “el Porto tampoco ha hecho llegar a la institución ningún documento que represente acuerdo alguno”. Pero, a todo esto, ¿y el equipo? Todavía no gana.
Amén del escándalo que ha provocado la partida de Anselmi, ya son varios casos de abandono en el futbol mexicano. Lo hizo Antonio Mohamed con Pumas y dejó a Gustavo Lema como herencia; André Jardine, tricampeón con América, se fue del San Luis y su auxiliar, Gustavo Leal, se quedó con los potosinos; también se fue Fernando Gago, quien prefirió a Boca Juniors en vez de Chivas. Y hasta Fernando Hierro tiró la dirección deportiva del Rebaño para aterrizar en el Al-Nassr de Arabia Saudita. ¿Son tan necesarios los jugadores y entrenadores foráneos para soportar semejantes desaires? ¿No es mejor elegir a trabajadores mexicanos, con más compromiso, antes que exponerse a más ridículos?