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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

2, julio 2024 - 6:00

Ni yendo a bailar a Chalma

Al más puro estilo de la novela de Gabriel García Márquez “Crónica de una muerte anunciada” el equipo tricolor fue eliminado de la Copa América en la fase de grupos.

La mayoría, por no decir todos, pretenden convertir al Jimmy Lozano en el “chivo expiatorio” y desean cocinar una parte de su virilidad en chilpachole.

Sin embargo, en mi opinión, sin pretender exonerar al hasta ahora timonel nacional, son (o somos) muchos los que tenemos vela en el entierro, empezando por los futbolistas, que son la materia prima de este negocio; pero, a la hora de la verdad se achican.

Los que “saben de futbol”, al grito de “todo tiempo pasado fue mejor” se toman el atrevimiento de afirmar que: “antaño nuestros jugadores tenían: carácter, nivel, personalidad y que eran más competitivos” ¡Órale! … ¡Quiero creerles! Desde que tengo uso de razón “ha sido la misma gata nomás que revolcada”.

En un país sin memoria ya pocos se acuerdan cuando hubo seleccionados esquiroles que salvaron su pellejo. De los (múltiples) actos de indisciplina que han protagonizado a lo largo de los años en donde las damas de la vida galante fungieron como invitadas de honor.

De los penales fallados (los malditos penales), de las gloriosas derrotas, de cara al sol, jugando como nunca y perdiendo como siempre, del clásico el árbitro nos mató. De los “naturalizados” que nunca han marcado diferencia … luego hablamos

“El cártel de pantalón largo” también tiene su (gran) parte de responsabilidad ¿No prometieron que en la Copa América se llegaría a semifinales? Digo, si se va el Jimmy y si tuvieran un poco de valor civil, ética y dignidad, deberían de acompañarlo. Sin mencionar que las palabras “trabajo a largo plazo” las tienen borradas de su diccionario.

Y la prensa (hablada y escrita) por supuesto que es parte del problema. En México no existe la mesura, ni para la crítica ni para el elogio. Suelen “inflar” al “equipo de todos” previo a los torneos, para que, ante el tradicional fracaso darles con un fierro. Nos “venden” futbolistas como súper cracks, bautizándolos con apodos rimbombantes, sin evitar caer en la tentación de proponerlos para la Selección.

Durante los partidos y en los análisis posteriores hablan y opinan más de arbitraje que de futbol convirtiendo a los colegiados en las estrellas del balompié mexicano. Exigiendo “faltas” ante el menor contacto que cuando se llega a un torneo internacional no son sancionadas ni de broma.

Cuál es la razón por la que nos empecinamos con que México sea potencia futbolística mundial, eso ¡No va a suceder! … ni yendo a bailar a Chalma.