Manny Pacquiao no solamente deja una herencia para las generaciones actuales y futuras. Cualquier calificativo que se dé a su anchurosa trayectoria no alcanza para hacer honor a una carrera en la que se midió con toda clase de adversarios, muchos de los cuales lo hacían ver pequeño físicamente.

Incluso, como ser humano, destaca entre los mejores que se hayan conocido en ese aspecto tan importante. Estamos seguros que nadie se disgustaría si lo colocamos junto a Muhammad Alí en cuanto a sus buenas acciones y valores. 

Algo que se nos quedó muy grabado fue aquella ocasión, en días previos en que el “Pacman” iba a tratar de consumar una hazaña sin precedentes para alguien que sube escalonadamente desde la división desde peso mosca en sus conquistas de títulos del mundo. Estaba a un día de pelear contra Antonio Margarito por el cinto verde y oro de peso superwelter que se encontraba vacante y de pronto se difundió un video en redes sociales en que el tijuanense y su equipo se burlaban, con gestos, del entrenador Freddie Roach, por mostrar señales de Párkinson.

El karma existe y, aunado a la enorme diferencia en calidad boxística, hizo que Margarito recibiera la paliza de su vida. El “Tornado de Tijuana” fue reducido a simple brisa y, junto con su equipo, tuvo que marcharse con el rabo entre las patas, además de que se fueron bajo una lluvia de severas críticas.

Wikipedia, la cual presenta errores porque mucho de su contenido corresponde a veces a personas que no son expertas (por ejemplo, publica que BJ Saunders ganó medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, pero lo cierto es que el inglés perdió en la segunda ronda clasificatoria), señala que Pacquiao “es el único boxeador en ser campeón de hasta 8 categorías de peso distinto”, pero no aclara que sólo seis de esos títulos son avalados por el WBC, la WBO, la IBF o la WBA. Si los fajines de la IBO fuesen considerados como auténticos del mundo (Manny obtuvo el superligero de esa organización contra Ricky Hatton), entonces las estadísticas quedarían colocadas de cabeza.

No se tome como una forma de restar méritos a Pacquiao, porque nunca sería nuestra intención ni tampoco nadie podría opacar al astro incandescente que es el actual senador y candidato a la presidencia de Filipinas. Manny está empatado con su ex rival Óscar de la Hoya en la consecución de seis genuinas coronas del planeta.