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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

Fecha

1, abril 2025 - 4:00

¡México, México, ra ra ra!

¿Para qué se hicieron los reglamentos en México?, la respuesta no podría ser más cínica: ¡Para violarlos!

El defensor lateral derecho mexicano Rodrigo Huescas, quien milita en el FC Copenhague de la liga danesa, enfrenta a la justica por aquellos lares, debido a que le han retirado su permiso para conducir y pende sobre su humanidad el riesgo de purgar 20 días en la cárcel por manejar a exceso de velocidad.

El angelito condujo a 111 Km por hora en una zona en la que el límite de velocidad es de 50. Ha de haber pensado que estaba en el periférico, dirigiéndose a su natal Naucalpan y total, nada que no se pudiera solucionar con “una mano” en el caso de que algún oficial de tránsito lo hubiese detenido.

¿Quieren más?, pues ahí tenemos el vergonzoso caso de las Chivas Rayadas del Guadalajara a quienes les habían vetado el Estadio Akron; toda vez que, un “aficionado” lanzó una botella de vidrio desde la tribuna que alcanzó a lesionar al jugador Kevin Álvarez al término del clásico frente a las Águilas del América.

Aunque se trató ya de una “reincidencia” la gente de pantalón largo del rebaño sagrado “protestó” ante la comisión de apelaciones y su queja fue denegada, prevaleciendo la sanción de un partido de suspensión para el inmueble tapatío.

Todo apuntaba a que el duelo ante la Máquina Celeste de Cruz Azul se jugaría a puerta cerrada; sin embargo, faltando un par de días para que se llevara a cabo el partido, al grito de: “No me vengan con que la ley es la ley” se anunció que el encuentro se efectuaría en el Estadio Jalisco y, por supuesto, con la presencia del “respetable”.

El propio reglamento de la liga señala que, en caso de veto, si se utiliza otro estadio, este debe estar por lo menos distanciado 50 km del inmueble sancionado. 30 km separan al Jalisco del Akron.

Del mismo modo, la solicitud se debe presentar con 7 días de anticipación, lo que no ocurrió.

También le escuché decir a mi amigo Héctor Huerta que violaron las leyes del ayuntamiento de Guadalajara, porque no cumplieron con los tiempos exigidos ahí.

Es entonces cuando surgen las preguntas: ¿Quién autorizó a los caprinos a violar los estatutos?, ¿Bajo qué argumentos?, ¿Quién es el responsable?, ¿El Cruz Azul actuó en complicidad?, ¿Por qué razón?

¡México, México, ra ra ra!