Mi papá, don Arturo Brizio Ponce de León, fue muy versátil, licenciado en derecho egresado de la Facultad de Jurisprudencia de nuestra máxima casa de estudios, también se desempeñó como silbante estelar en el balompié mexicano. “Colgó el silbato” cuando recibió la oferta de convertirse en gerente del Club Universidad Nacional.
Fue precisamente nuestro progenitor quien, portando una lista de cinco futbolistas brasileños recomendados por Carlito Peters (Director Técnico en turno) viajó al país amazónico para contratar a dos. Así se logró el fichaje de Cabinho y Spencer para la escuadra estudiantil.

Muchos jugadores asistieron a nuestra casa a compartir el pan y la sal (Bora Milutinovic, Leonardo Cuellar, por mencionar unos cuantos), íbamos a todos los partidos, llegamos a viajar con el equipo e incluso a participar en los entrenamientos.

Luego al ingresar a la Escuela Nacional Preparatoria número 5, José Vasconcelos y posteriormente al obtener el título de Médico Veterinario Zootecnista en la facultad del mismo nombre en la UNAM, los colores azul y oro quedaron perenemente tatuados en mi corazón.
Cuando me desempeñé como silbante, no les fue tan bien conmigo. Ahora, al reflexionar, quizá, en un afán de demostrarme a mí mismo que no los favorecería, resultó todo lo contrario.

Por eso, ahora me preocupa todo por lo que está atravesando el equipo. Miren ustedes que tuvieron la feliz ocurrencia de contratar a Rogelio Funes Mori, otrora goleador de Rayados de Monterrey, de origen argentino y nacionalizado mexicano ¿Saben cuántos goles metió? Durante tres torneos cortos vistió la casaca universitaria, “alineando” en 53 partidos, para anotar únicamente 4 goles, sí, leyó usted bien ¡4goles!

Es entonces cuando surgen las preguntas: con el dineral que le pagaban ¿Cuánto costó cada gol?, ¿Qué hubiera ocurrido si esa cantidad la hubieran empleado en la formación de jóvenes canteranos?, ¿Por qué no le dieron oportunidad a un elemento proveniente de las fuerzas básicas?

Ahora nos salen con que piensan realizar, según ellos, un “fichaje bomba”. Se trata de Aaron Ramsey centro campista británico. Digo, el angelito “ya no se cuece al primer hervor” y aunque jugó en Clubes como el Arsenal y La Juventus, sus mejores días han quedado atrás.

Estoy en contra de que traigan futbolistas acabados al balompié mexicano; pero, sobre todo a Pumas ¿Ya se olvidaron qué fue lo que pasó con el brasileño Dani Alves?, ¿Ya no se acuerdan lo que ocurrió con el alemán Bernand Shuster?, ¿Qué contraten a Aarón Ramsey? … me pongo tajantemente.