¿Qué les pareció, estimados lectores del diario de los deportistas, el debut de la Selección Mexicana de futbol en la Copa Oro ante su “similar” de República Dominicana? Los que saben, afirmaban que los “otrora roedores” no solamente estaban obligados a ganar; sino, a golear ¡Sí, Chucha! Al parecer “les salió la criada respondona”.

Resulta maravilloso escuchar a los expertos antes del partido “quemándole incienso” a los jugadores, hablando de que “Javier Aguirre mandó a sus mejores hombres a la cancha”, “México asumiendo su papel de protagonista”, menospreciando al rival afirmando de que se trata de “un adversario muy limitado” y comentando respecto a “la pobreza futbolística del área de Concacaf”. Para que, al término del encuentro, cuando no ocurrió nada de lo que presagiaron, querer “guisar una parte de la virilidad de los integrantes del equipo en chilpachole”.

Empezando por la “profecía” referente a que “el estadio estaría vacío” dadas las condiciones sociopolíticas que imperan en la unión americana; pero, afortunadamente no fue así
En mi opinión, nuestros valientes “soldados de cortos pantalones”; pero de largos sueldos, que saltaron a la cancha a “defender el honor nacional”, lo hicieron con el sello de la casa: fabricando pocas oportunidades claras de gol, para fallar garrafalmente la mayoría de las que se logran generar, haciendo agua en la defensa, sin creatividad, ni profundidad, jugando a medio gas, con ese fenómeno “mimetizador” que nos caracteriza.

Las escuadras caribeñas se han superado, ya no son aquellos “beisbolistas vestidos de futbolistas” que vienen a dar de patadas, a barrerse en cada disputa de balón y a quienes se les puede golear de manera inmisericorde.

La cita es el próximo miércoles por la noche en Dallas frente Surinam, que cayó ante Costa Rica, vendiendo cara la derrota al son de cuatro goles por tres. Para cerrar el domingo su participación en la fase de grupos ante los Ticos ¡Que Dios nos tome confesados!

Quizá con lo que tenemos nos alcance para levantar triunfantes la Copa Oro; pero, echando a volar la sinceridad, pensando en el Mundial, a 365 días de que el equipo tricolor debute, el panorama luce borrascoso.

Digo, ya para que casi todo el mundo esté de acuerdo en que “lo único valioso del partido fue el hecho de alzarse con la victoria” nos refleja que en “el equipo de todos” existen … más dudas que certezas.