Eduardo Brizio
2, octubre 2024 - 6:00
Sería pedirle peras al olmo.
No deja de sorprenderme la facilidad con que los: narradores, comentaristas, analistas y expertos en futbol opinan “doctoralmente” sobre decisiones arbitrales, desorientando a la gente, estableciendo juicios sumarios, cuando me da la impresión de que (quizá) nunca han leído (mucho menos comprendido) la regla de juego.
Digo, lo hemos mencionado hasta el cansancio, el hecho haber visto futbol toda la vida o incluso haberlo practicado a un alto nivel no te convierte en conocedor de las normas que rigen nuestro querido deporte; sobre todo si tomamos en cuenta las constantes modificaciones que han sufrido en los últimos tiempos, lo que obligaría a los profesionales a estar actualizados.
Me refiero en especial al gol que le anularon a los Rayados, al minuto 9 de su enfrentamiento ante el rebaño sagrado. Resulta que luego de un tiro de esquina, remate de cabeza de por medio, el cancerbero de Chivas el “Tala” Rangel atajó la esférica quedando esta dividida, el arquero se arrojó poniendo una mano sobre el balón, para que el atacante regio, Lucas Ocampo lo pateara“limpiamente” mandándolo al fondo de las redes.
El silbante en turno el novato (de buen trabajo) Jesús Rafael López Ovalle, en un principio, otorgó el tanto; sin embargo, Luis Enrique Santander, desde el VAR, lo invitó a revisar la jugada en el monitor, para que finalmente, de manera que, apegado a la regla, terminara por invalidar la anotación.
Muchos “expertos” en futbol, obsesionados con el arbitraje, se tomaron el atrevimiento de afirmar voz en cuello que “el gol había sido anulado de manera equivocada” con el argumento de “en mi opinión el portero todavía no tenía plena posesión del balón”.
A ver, no se trata de lo que cada uno crea respecto a en qué momento el guardameta tiene ya posesión de la pelota; sino, de lo que la regla de juego señala y desde esa óptica es irrefutable; toda vez que, indica de forma explícita, señalando, en uno de los puntos, que el portero estará en posesión del balón cuando retenga el balón entre su mano y otra superficie, por ejemplo, el suelo.
Luego entonces, es cuando surge la pregunta ¿Por qué muchos de los que tienen un micrófono enfrente descalifican, con la mano en la cintura, una decisión arbitral sin tener los suficientes conocimientos? ¿Es una irresponsabilidad? Todos los que afirmaron que el gol había sido mal anulado ¿Deberían de ofrecer una disculpa? … sería pedirle peras al olmo.