Las vueltas que dio la vida 

Cuando yo era niño, no hace muchos años de eso (je je je) Televisa era la empresa líder en comunicación deportiva. Marcaban la agenda. 

Después, al convertirme en silbante, era temida la sección estelar del programa Acción: Gol, error y figura, en donde se incluía “lo negro del arbitraje”. Digo, si te tocaba el infortunio de protagonizar dicho capítulo, estabas en problemas; en virtud de que, era prácticamente un hecho que la siguiente semana no te tocaría arbitrar. 

Era mandatorio e imperdible ver “La Jugada”, los domingos por la noche. Lo que dijera mi amigo Raúl Orvañanos era ley, igualmente “Bajo la lupa” con mi hermano Arturo Brizo, marcaba la pauta en cuanto al juicio de los colegiados se refiere. 

Tampoco puedo minimizar el peso que tenían las opiniones de José Ramón Fernández en DeporTV, durante la guerra fría, con su estilo sarcástico y provocador, que tenía su “cumbre” en las trasmisiones de los Mundiales, en donde, ambas empresas, estaban dispuestas a hacer hasta lo “indecible” por ganar el rating. 

Sin embargo, tiempos de cambio soplaron y de a poco, todo lo que empieza termina y se fue perdiendo el liderazgo en las otrora industrias de la comunicación, hasta que dejaron que les comieran el mandado. 

En mi opinión, actualmente, la agenda balompédica se marca desde lo que ellos mismos llaman: “La mesa más poderosa del futbol”, en ESPN. 

Parece increíble que, en algunos casos, debido a que los derechos televisivos no les pertenecen, cuenten con solamente 30 segundos por partido para proyectarlos en la pantalla chica y analizarlos ante el respetable. 

De modo que, se ven obligados a generar la “polémica”, con múltiples y variadas opiniones editoriales, la mayoría de ellas fundamentadas, por “gente de futbol”, conocedora del tema, que entretienen al público, provocando que ganen la audiencia televisiva. 

Mientras que, otras empresas, que cuentan con los derechos de trasmisión, que no están restringidas en tiempo, desaprovechan el material fílmico y desperdician los programas, con poca o nula creatividad, sin tener el impacto suficiente para cautivar al televidente. 

Como dijo mi gran amigo Enrique el “Perro” Bermúdez: “La tenían, era suya … y la dejaron ir”. Eran dueños de la gallina de los huevos de oro; pero, infortunadamente, la mataron. 

A los líderes de opinión, con algunas honrosas excepciones, ya no se les encuentra en la tele abierta … las vueltas que dio la vida.