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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

15, agosto 2025 - 3:44

“La regla del abuelito”

En un apartado de la regla de juego, el “glosario de términos futbolísticos”, se puede leer la definición de lo que la FIFA considera una sujeción (Holding Offense): “Infracción cometida únicamente si el contacto de un jugador con el cuerpo o el uniforme del adversario dificulta el movimiento de este”. Se infiere que le dificulte el movimiento hacia el balón.

El día 22 de mayo de 2025 se jugó la final de ida del Torneo de Clausura, disputada entre el América y el Toluca en el Estadio de la Ciudad de los Deportes. Corría apenas el minuto 12 del partido, el marcador se encontraba empatado a cero goles, cuando se presentó una polémica acción que dejaría huella y marcaría un antes y un después arbitralmente hablando.

El silbante en turno era Daniel Quintero y en el VAR se encontraba Erika Jair Miranda (quizá el mejor VAR de México). Resulta que el América atacaba por la punta de la derecha y mientras se mandaba un centro, dentro del área choricera, el defensor brasileño Luan García sujetaba y derribaba al atacante azul crema Henrry Martín. Muchos exigían que se sancionara la pena máxima en contra de los Diablos Rojos; sin embargo, el cuerpo arbitral decidió que la jugada no era punible, desatando la polémica.

Como en la jugada que hoy nos ocupa, el balón se encontraba en la punta derecha a punto de ser centrado, se concluyó que la polémica sujeción del defensor toluqueño no le impidió a Henry Martín, atacante aguilucho, el movimiento hacia el balón, porque la esférica no estaba a distancia de juego y que la sujeción no produjo un impacto sobre él.

Así, vientos de cambio soplaron en el seno de la Comisión de Árbitros y el chileno Enrique Osses instructor de árbitros en jefe en México emigró a Costa Rica y su lugar fue ocupado por el argentino Horacio Elizondo, quien estableció nuevos lineamientos

De manera coloquial se dice que Horacio Elizondo explicaba: “si hay un abuelito viendo el partido en la televisión y se presenta una sujeción de esa naturaleza cómo le vamos explicar que no es sancionable”. Esto, en un intento de hacernos ver que cuando se trata de sujeciones burdas, que limiten claramente los movimientos de atacante o el defensor no compita por el balón, deben de ser sancionadas.

Podemos concluir que no se trata de un asunto menor. Los nazarenos han exagerado. De h

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