Ni en mis sueños más bizarros, ni en alguna pesadilla, mucho menos en mi sano juicio, imaginé que alguna vez la gran familia del futbol mexicano “sacaría las matracas” para celebrar un triunfo sobre Estados Unidos, frente a un equipo B, en un partido amistoso, jugando de locales ¡Con qué poquito pinole les da tos!
Tal y como si se tratara de “El santo milagro del pan y los peces”, en unos cuantos días, pasamos del “Es la peor crisis en la historia de la Selección Mexicana de Futbol” al “Ya se ve la mano de el “Vasco”, “Gran partido de los nuestros” y “El Tri se reconcilió con la afición”.

Ahora resulta que estamos sobrados de futbolistas. Pasamos de “La caballada está flaca” al “Nadie va a extrañar al Chucky Lozano ni a Jesús el “Tecatito” Corona, no los necesitamos”. “Tenemos por derecha a: Ozziel Herrera, Uriel Antuna y Roberto el “Piojo” Alvarado. Además, por izquierda a: César el “chino” Huerta, Julián Quiñones y Alexis Vega” ¡Órale!

Según esto, el timonel nacional “ya encontró a su pareja de centrales en las personas de: César Montes y Johan Vásquez”, de modo que, ya no hay de que preocuparse en ese sentido ¡Quiero creerles!

Se afirma (y coincido) en que Raúl Jiménez está de regreso ¡Enhorabuena!; mientras que, los porristas afirman que “ya nadie le quitará el puesto en el eje del ataque”.
El argentino Germán Berterame “tuvo minutos” ¡Lamentable!, baste mencionar que al minuto 82 intentó un disparo de larga distancia al marco, con la izquierda, como viene; pero, el balón terminó abandonando el terreno de juego por la línea de banda (sí, leyó usted bien, por la línea de banda).

En mi opinión se está dando lo que se esperaba de Javier Aguirre al frente de los “otrora roedores”: un equipo que lucha y que métela pierna (anuqué me parece que en ese sentido se está abusando y confundiendo los conceptos entre duro; pero no cochino y la mala leche). No le veo variantes, ni profundidad, una jugada individual, un desborde, una pared, no se nota que trabajen la táctica fija. Una escuadra muy rústica en donde abundan los obreros; pero, faltan los artesanos.

La noche quedó atrás, un nuevo y promisorio horizonte se avizora en el destino del Tri, bajo el conjuro de las palabras “le ganamos a los gringos” se han trasformado… la noche quedó atrás.