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Ida y vuelta. José Ángel Rueda
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José Ángel Rueda

1, octubre 2025 - 6:00

La NFL

Los aficionados a la NFL siempre corremos riesgo de parecer demasiado pretenciosos, porque durante los siete meses que dura su ausencia nos la pasamos diciendo que no existe nada como la época en la que los días se dedican a ver futbol americano. Para quien no entiende ese sentimiento, la aseveración incluso puede parecer molesta.

Lo cierto es que el tiempo suele darnos la razón. Semana a semana la NFL encuentra las formas de entretenernos y demostrarnos que en realidad no existe nada como la emoción que ofrecen sus partidos. Da igual los equipos; casi siempre los enfrentamientos son pequeños thrillers en los que puede pasar de todo.

Aunque este texto no pretende sustentarse en la estadística, sino en las emociones, lo subjetivo del término me hizo buscar algo a lo que aferrarme. Así que me puse a contar la cantidad de partidos en estas primeras cuatro semanas de la campaña que se decidieron por menos de ocho puntos; es decir, la máxima cantidad posible para que el resultado se mantuviera en suspenso hasta la última jugada.

Así llegué a la cuenta de 38 duelos, un número elevado que sustenta la idea. Nada menos, en esta última semana, fueron 10 los encuentros que se decidieron en la última serie. Es un dato relevante porque se parte de la idea de que el deporte, principalmente, apela al entrenamiento. El aficionado se sienta a ver el futbol americano, entre otras cosas, para apoyar a su equipo, pero la mayoría que conozco no desdeña el resto de los encuentros, es decir, es capaz de mirar por 14 horas seguidas cuanto partido pueda, sin importar sus preferencias, porque sabe que pocas cosas son más emocionantes que la épica que ofrece el drama.

A muchas de estas ideas llegué mientras veía el el empate 40-40 entre los Packers y los Cowboys, y la suma indiscriminada de puntos me iba dando algunas certezas de que el futbol americano está configurado precisamente para eso, porque a veces defender y adelantarse a las intenciones de la ofensiva es imposible, porque la suma de siete y tres, es decir, de anotaciones y goles de campo, es como un número mágico capaz de mantener la tensión hasta el final.

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