La estudiante de la carrera de administración deportiva se dio el lujo de rechazar ofertas de clubes de prosapia como: el Real Madrid y el Barcelona de la liga española, el West Ham de la liga inglesa y el Washington Spirit de USA.

Vio la primera luz un 19 de octubre de 1999 en la ciudad de Aguascalientes, llegó a la Sultana del Norte para solicitar una beca deportiva en la Universidad Autónoma de Nuevo León, sin saber que a los pocos días sería fichada por “Las Amazonas” (equipo de futbol femenil de Tigres), que echaría huesos viejos en la institución y que se convertiría en un ícono del balompié nacional.

La talentosa mediocampista, ahora, abandona a las Tigresas para irse a jugar a la liga femenil de los Estados Unidos (NWSL); en virtud de que fue contratada por el Orlando Pride quien desembolsó la cantidad de un millón y medio de billetes verdes para hacerse de sus servicios, imponiendo así un nuevo record como “la futbolista más cara del mundo”.

Quizá ya adivinó usted, estimado lector del diario de los deportistas, que nos estamos refiriendo a Lizbeth Jaqueline Ovalle Muñoz, a quien no en balde apodan “La Maga” y portando el número 14 en los dorsales disputó 294 partidos enfundada en la casaca de las Amazonas, convirtiéndose en la máxima anotadora en la historia del equipo al haber marcado 136 goles, asistido con pases para gol en 103 ocasiones y contribuido a llevar el trofeo que las acreditaba como campeonas de liga a sus vitrinas en seis ocasiones.

La escuadra a la que se incorpora “La Maga”, Orlando Pride, son las actuales campeonas del “soccer” en el vecino país de las barras y las estrellas. Además, será compañera de la delantera brasileña Marta Vieira Da Silva “Marta” quien ha ganado el galardón como la mejor futbolista del mundo en seis ocasiones, siendo la mejor goleadora de la Selección Amazónica y la mayor anotadora en copas del mundo femeniles.

Con sus 25 años a cuestas, en plena madurez, firmará por dos temporadas con opción hasta el 2028, además la oncena de Florida anunció que dejará de portar en los dorsales el legendario número 14 que tantas glorias le proporcionó en Monterrey para de ahora en adelante ser distinguida con el cabalístico 13.

Así, pasó de jugar durante su infancia con su hermano en equipos varoniles hasta llegar a selecciones menores y convertirse en… la jugadora más cara de la historia.