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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

1, julio 2025 - 6:00

La gota que derramó el vaso

Al estar escuchando la trasmisión del partido en que México derrotó al son de dos goles por cero a su “similar” de Arabia Saudita, me tomé el atrevimiento de publicar en redes sociales un “tweet” en el que cuestionaba si sería yo la única persona que no le entendía a Ricardo Antonio La Volpe lo que decía.

La publicación alcanzó más de 27 mil visitas y una abrumadora mayoría coincidía conmigo. Digo, su dicción es muy mala y si a eso se le suma el marcado acento argentino que aún conserva, a pesar de haber vivido casi medio siglo en México, sinceramente se dificulta entenderle.

Y si además le sumamos (con lo que alcanzo a entender) lo rebuscado de sus comentarios, que si la línea de cinco, los espacios y las arañas, termina uno sumamente confundido, nunca pensé que disfrutar de un partido en la televisión resultara tan complejo.

Sin mencionar sus aires de superioridad, como si él fuera el único que sabe de futbol. Es entonces cuando surge la pregunta ¿Sí sabe tanto por qué en 35 años de dirigir por ahí de una docena de equipos en México, tres en Argentina, uno en Egipto y a dos selecciones nacionales (México y Costa Rica) su cosecha de títulos es tan pobre? Solamente ostenta un campeonato con el Atlante y una Copa oro con el Tri.

El otro día, navegando por internet me encontré un video en que sostenían una acalorada discusión Oscar Ruggeri y el personaje que hoy nos ocupa. El “cabezón” pone de vuelta y media al “Bigotón”, le reclama que perdió un título con Boca Juniors que “hasta un niño lo hubiera ganado”. Igualmente le recuerda que cuando se coronó dirigiendo al Atlante fue “gracias” a que los de Coapa fueron “acuchillados” por Berny Ulloa (silbante costarricense que nadie sabe por qué lo trajeron a pitar la semifinal América vs Rayados y que le anuló tres goles a los azulcremas por supuestos fuera de fuego); de no ser así, otro gallo hubiera cantado.

Además, existe un tema muy delicado, que me voy a tomar el atrevimiento de, en un país sin memoria, recordar. Me refiero a cuando Ricardo Antonio fue despedido como timonel del “Rebaño Sagrado” por haber tenido una “conducta inapropiada con el personal femenino de la institución”.
En la NFL o en las grandes ligas de béisbol, “profesionales” del deporte han quedado proscritos por menos. Y aunque al parecer, a la larga los hechos fueros desestimados, para mí … fue la gota que derramó el vaso.