LA FIGURA: VITTORIO POZZO

Ha sido el único técnico dos veces Campeón del Mundo.

Una leyenda italiana que nació en Turín y estudió sus grados escolares en Francia, Suiza e Inglaterra jugando para Manchester cuando decidió ser futbolista.

También en tiempos de la Primera Guerra Mundial fue teniente en la Fuerza de Montaña, pero acabado el conflicto su capacidad de análisis y liderazgo lo llevaron a los banquillos dirigiendo al Milán y la Selección de su país.

Fue así que dirigió y ganó en Italia 1934 y Francia 1938, bajo la sombra de la duda permanente sobre el favoritismo en su primer título pues el tinte político y la presión abierta sobre los árbitros ejercida por Benito Mussolini fue más que evidente.

Otros técnicos que estuvieron cerca de ser bicampeones en mundiales fueron Bilardo y Beckenbauer, quienes repitieron como rivales en las finales de México 86 e Italia 90, pero resultó que con Argentina y Alemania ganaron una y una… ¿Será que lo logra Deschamps en Qatar?

LOS COLECCIONISTAS

Hay un mundo que rodea al futbol realmente interesante.

Se trata de los coleccionistas de camisetas, balones y objetos que resultan ser obsesivos con la ampliación de sus tesoros y que en muchos casos están dispuestos a pagar fortunas con tal de hacerse de una prenda emblemática utilizada por algún histórico.

Hoy les cuento de 2 que para mí, se salen de lo normal.

Uno es el mexicano Gabriel Bustamante que radica en Monterrey y cuya colección “Épica” es ya reconocida a nivel internacional pues consta de playeras y objetos de Pelé, Maradona, Beckenbauer, DiStefano y cientos de jugadores famosos de ayer y hoy, además de jerseys originales de figuras mexicanas desde los años treintas.

Estoy absolutamente seguro que Gabriel es el mayor coleccionista nacional que tenemos, seguido por otros admirables como Raúl Valencia, Hugo Salcedo, Ricardo Salazar y Carlos Calderón que también podrían llenar un museo con su material.

A nivel internacional, el argentino Marcelo Ordaz está a punto de inaugurar en 3 meses el “Museo Legends” con 7 pisos de exhibición que serán permanentes justo en la Puerta del Sol de Madrid en un esfuerzo apoyado por la Liga española. Hay que ir.

LAS CÁBALAS DEL 86

Hablando de camisetas ya les he comentado sobre las que de última hora Argentina mandó comprar en México para jugar contra Inglaterra. Pero resulta que los campeones tuvieron también varios rituales que no dejaban de hacer.

Por ejemplo cenar después de sus partidos en el DF en el restaurante “Mi viejo” de su paisano Eduardo Cremasco en Polanco, invitar a cortarles el pelo al mexicano Javier Leyva que se hizo su amigo y les dio suerte, dejar entrar a su vestidor antes y después de los juegos al “inglés- mexicano” Jimmy Goldsmith que se convirtió en otro amuleto, celebrar sus triunfos en una de las canchas del América en Coapa donde estaban concentrados y donde prometieron (y cumplieron) regresar la tarde del 29 de junio con el trofeo en las manos, y ya ni decir de los números de sus cuartos o los lugares en el autobús que debían coincidir con la cábala personal.

LA CLÁSICA DE BORA…

Velibor Milutinovich acuñó para siempre el contestar con “yo respeto” cuando le preguntaban sobre cualquier tema o controversia.Odia hasta la fecha involucrarse en polémica o hablar mal de otros.

Y siguiendo con esas curiosidades del 86 recuerdo que en pleno Mundial, María, la esposa del serbio-mexicano, dio a luz y el técnico tuvo que pedir permiso a los directivos para conocer a su bebé Darinka, quien tuvo el tino de venir al mundo justo entre 2 partidos del Tricolor.

Lo bueno es que la concentración estaba en el DF y los entrenamientos “lejanos” se hacían en las instalaciones de la fábrica “Colorquim” poco antes de llegar a Toluca.