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Casos y cosas del Mundial. Antonio Moreno

Antonio Moreno

4, noviembre 2022 - 5:26

La figura: Manolo Negrete

LA FIGURA: MANOLO NEGRETE

En 1979 conocí a un joven flaquito, zurdo y de gran talento en la cancha.

Manuel Negrete Arias llegó a probarse a los Pumas, y de inmediato Bora, Sanabria y Velarde detectaron sus virtudes y poco a poco lo fueron llevando hasta convertirlo en titular indiscutible en la gran temporada 80-81, cuando la UNAM ganó la Liga, CONCACAF y la Copa Interamericana.

Y lo conocí pues en aquel entonces yo también iniciaba mi trabajo como Jefe de Prensa del Club Universidad en las famosas oficinas de Av. Revolución 1378, en la colonia Guadalupe Inn.

No había aún teléfonos celulares y Manolo, que vivía junto con otros jugadores en esas instalaciones que también funcionaban como casa-club para los foráneos, tenía que usar el teléfono de mi escritorio para hacer o recibir llamadas, y nos hicimos grandes amigos.

Por eso, cuando fue convocado a la Selección del Mundial 86, me dio un enorme gusto pues sabía cuánto le había costado llegar hasta ahí. No se diga su gol inmortal contra Bulgaria, calificado por la propia FIFA como el tanto más bello marcado en todos los Mundiales.

Esa amistad ha perdurado y Manolo ha sido mi padrino en inauguración de negocios, programas de radio, TV y un sinfín de eventos a los que nunca se niega.

Es por ello que entre otras cosas su “pirueta” quedó inmortalizada en el trofeo que se entrega a los ganadores del premio en el Salón de la Fama. Más que merecido.

 

EL NÚMERO “MÁGICO”

¿Qué tiene de especial el número 3,964 para los Mundiales de futbol?

Si quieren llámenlo coincidencia, pero en realidad es algo que parece anormal pues por ejemplo la selección de Argentina se coronó en 1978 y 1986, cuya suma da 3,964.

Pero la misma cantidad suman 1970 y 1994, años en que Brasil fue campeón, y exactamente lo mismo pasa con Alemania si sumamos los años 1974 y 1990.

Para pronosticar bajo esta premisa al campeón en Qatar 2022, hubiese tenido que jugarse un Mundial en 1942, y eso no sucedió debido a la guerra y el parón que hubo desde Francia 1938 hasta Brasil 1950. O sea que nunca sabremos si esa magia de los números seguiría o no sumando “extrañas casualidades”.

 

ESTEBAN ARCE Y EL VASCO

Hay una anécdota que hoy les causa risa a los dos.

Pero resultó que muy en serio el “Vasco” Javier Aguirre no quiso saber nada de Esteban durante el Mundial de Corea /Japón 2002 pues incluso pedía que no se les acercara ni a él ni a sus jugadores en la concentración que el Tri tuvo en Fukui.

Y es que Arce viajó con un grupo de comunicadores de la empresa Estadio W, en la que era socio Alejandro el Güero Burillo, quien a la vez comandaba administrativa y operativamente al Seleccionado, con lo cual sus enviados tenían el privilegio de compartir la concentración con el equipo las 24 horas y viajar con ellos en los charters que los llevaban de una ciudad a otra.

El enojo de Javier nació cuando le pasaron mal un chisme pues fue Jorge el Burro Van Rankin, y no Esteban, quien se llevó de larga fiesta a Cuahtémoc Blanco después de lograr el boleto en el último partido de la eliminatoria, y Aguirre se metió en la cabeza que Arce era la mala influencia, que además se burlaba a sus espaldas “mal influenciando” a los seleccionados.

Antes de esos episodios, los protagonistas eran amigos desde la escuela y en múltiples eventos, pero una mala información provocó que aquella convivencia fuera un tema delicado.

 

LA CLÁSICA DE ÁNGEL…

“¡A todos los que aman y a todos los que quieren el futbol!”, era la clásica frase con la que iniciaba sus crónicas el hasta hoy mejor narrador de la historia que ha tenido la TV en el futbol mexicano. Sin discusión.

Y el gran Ángel Fernández también trascendió como el creador de un estilo que en los años sesentas y setentas fue innovador. Hombre culto, divertido, ingenioso y de voz inconfundible.

Un antes y un después de la crónica deportiva que tuvo un punto máximo cuando narró los grandes goles de su amigo Pelé en el Mundial del 70. Irrepetible.