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Casos y cosas del Mundial. Antonio Moreno

Antonio Moreno

11, noviembre 2022 - 5:59

La figura: Jorge campos

LA FIGURA: JORGE CAMPOS

Jorge será recordado como un personaje irrepetible.

Con una historia digna de novela y final feliz pues “el Brody” o “Surfer” ha sido indudablemente el jugador más diferente a cualquier otro que hayamos tenido.

Y todo comenzó jugando con sus amigos en las playas de Acapulco o formando parte de equipos amateurs en las polvorosas canchas de su Plan de los Amates, en Guerrero.

Allí, un día se cruzó con quien habría de cambiarle la vida para siempre, el Dr. Miguel Mejía Barón, pues lo vio como rival en un juego amistoso ante Pumas, y le extendió la invitación para viajar al DF y probar suerte con los universitarios. Pero Campos fue y se regresó pronto pues sintió que la exigencia era mucha y él sólo quería divertirse.

Pero Mejía insistió, regresó por él y se lo trajo de nuevo para entonces incorporarlo a la reserva y al poco tiempo debutarlo en Primera División. Sus cualidades innatas como arquero, sus vuelos espectaculares, agilidad, intuición y desparpajo para colocarse bajo el arco lo llevaron a ser titular con Pumas, pero vino entonces una segunda cualidad que era la de convertirse en el mismo partido en delantero del equipo sólo cambiando su suéter por la playera de juego. Algo nunca visto pero permitido por el reglamento.

Y no se trataba sólo de un capricho pues Jorge tenía argumentos para pelear el puesto a los especialistas y con el tiempo incluso hubo partidos en los que inició de delantero.

El resto de la historia la conocemos todos. Su presencia en los Mundiales, los uniformes coloridos que primero fueron de escándalo y luego tendencia de moda; su carisma, su fama internacional y ese carácter y humildad que nunca ha perdido y que a la fecha lo mantienen vigente como comentarista en TV Azteca. Conocido en todo el planeta, leyenda de FIFA y como atinadamente también le dicen: un inmortal.

EL FENÓMENO DEL “ABUELO”

Faltaba sólo un año para el Mundial México 86 y todo parecía indicar que Bora no tenía dudas en su lista de delanteros para el certamen. Pero surgió un verdadero fenómeno social y deportivo cuando un jovencito de Monterrey se ganó a pulso su convocatoria de última hora.

Recordemos que previo a la Copa y para que la Selección anfitriona viajara y se preparara decidieron crear para los cuadros de liga un par de mini torneos llamados “Prode 85” y “México 86”. En el primero resultó campeón el América derrotando a Tampico Madero, y en el segundo el mejor fue un Monterrey verdaderamente espectacular dirigido por Paco Avilán en el que destacó un jovencito atrevido, encarador, caracolero y goleador llamado Francisco Javier Cruz, mejor conocido como “el Abuelo” debido a sus prematuras arrugas aun cuando no llegaba a los 20 años.

Y fue así como después de cada actuación el “Abuelo” agradecía a Dios por sus goles, bromeaba con los entrevistadores, imitaba a sus compañeros y desbordaba la alegría que también era su característica en la cancha. Rápidamente la afición norteña lo hizo su consentido y como casi siempre era jugador de relevo, el clamor generalizado se popularizó para pedir su entrada con un grito de “¡Abuelo, Abuelo, Abuelo!”, que retumbaba en la tribuna y se convirtió en coro nacional pues era casi “mágico” cómo conectaba con la gente, siendo para muchos un ídolo a pesar de tener sólo unos meses en el futbol profesional.

Bora no dudó en sumarlo al grupo mundialista y convertirlo en el cambio de lujo que prendía a los aficionados en aquel México 86. Años después, incluso Cruz fue anotador de un gol ante Canadá en la calificación rumbo a Estados Unidos 94.

LATO, EN MÉXICO

Hay una anécdota inverosímil que se dio en el futbol mexicano.

Y es que en los años setenta el Atlante pasó a manos del IMSS y hubo un verdadero derroche de dinero que incluyó un episodio originado por una confusión.

Cuenta la leyenda urbana que el reportero Francisco Villegas Montero escuchó sin querer una conversación entre dos directivos de los Potros que estaban platicando sobre los nuevos refuerzos que buscarían, y uno de los interlocutores dijo que necesitaban un delantero “nato”, pero el periodista entendió “Lato” y al día siguiente encabezó su nota con esa bomba.

Y es que resulta que la selección de Polonia había hecho un gran papel en el Mundial de Alemania 74 y una de sus grandes figuras era el delantero Grzegorz Lato, quien por aquellos años era joya codiciada por los equipos más poderosos.

Al leer la nota, los dirigentes azulgranas no descartaron la idea; buscaron al jugador pelón y para sorpresa de muchos, acabó fichando en México. Ver para creer.

LA DESPEDIDA DEL “CHE”

La próxima semana se cumplirán cinco años de la muerte del comentarista argentino/mexicano Jorge “Che” Ventura, maestro de varias generaciones en diversos medios de comunicación y uno de los periodistas más profesionales y preparados a los que he conocido y quien cubrió más de 13 Copas del Mundo.

Arraigado en nuestro país desde muy joven, consolidó su carrera y creció periodísticamente al lado de sus dos inolvidables compadres: Fernando Marcos y Ángel Fernández.

Algún día platicando con el productor de W Radio, Paco Fernández, antes de un Mundial, éste le sugirió despedirse en las transmisiones con un sello particular, y ahí nació el “Me llamo Jorge, me apellido Ventura y me dicen “el Che”… Con esas inconfundibles palabras rubricó todas sus intervenciones durante sus últimos años el querido maestro que ya descansa en paz.