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Ida y vuelta. José Ángel Rueda
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José Ángel Rueda

Fecha

14, abril 2022 - 4:18

Ida y vuelta

Antimadridista

POR JOSÉ ÁNGEL RUEDA

Andaba yo en pleno coraje, cuando de pronto me encontré el tuit de Feliciano López: “Que duro eso de ser antimadridista”, escribía el tenista, eufórico, y aunque de inicio sus palabras me parecieron retóricas, por esa defensa que ponemos los seres humanos ante aquello que no queremos, lo cierto es que su frase no tenía nada de retórica, era más bien una afirmación.

Leerlo, entonces, fue como verme en el espejo, derrotado, acaso sudoroso y despeinado después de jalarme el cabello tras un nuevo gol decisivo de Benzema. Otro más. Cuando uno lleva demasiados años profesando el antimadridismo, el cual se vive acaso con la misma intensidad que el barcelonismo, porque en el fondo lo mueven las mismas pasiones, acaba por odiar los martes y los miércoles, y eventualmente, cuando todo sale mal, hasta los sábados.

Hubo un tiempo en el que traté de aminorar los daños, entonces me inventé una especie de cábala, la cual consistía en ignorar por completo los partidos importantes del Real Madrid, no podía enterarme de nada, hasta que acabara el partido, entonces revisaba temeroso el marcador, y algunas veces resultaba y perdía, aunque no siempre, hasta que un día mis conjuros perdieron por completo el efecto, y como venganza, los merengues ganaron cuatro Champions consecutivas.

Ser antimadridista es, entre otras cosas, ignorar que aquella copa que uno más desea es una batalla perdida.Que a veces se gana, pero casi siempre se pierde. Es quedar como el más grande de los necios cuando en la escuela, en el trabajo, y hasta en las reuniones familiares, uno defiende con la vida que en el futbol ganar no lo es todo, cuando tal vez sí.

A veces, cuando hablo por teléfono con mi papá, y él me dice con resignación que al Real Madrid le podrá faltar de todo, menos entrega y grandeza, yo me defiendo, y le digo que no conozco en el mundo un equipo con más suerte que ellos.

Luego, cuando cuelgo y me sereno, pienso que de eso se trata la vida, de madurar. Entonces me pregunto si algún día seré capaz de ver las cosas como él las ve. Algo he avanzado, desde luego. A Cristiano, por ejemplo, siempre lo menosprecié, y sólo cuando se fue lejos fui capaz de ver el gran jugador que es. Benzema, en cambio, se me hace buenísimo, también Luka Modric… aunque no tanto como Iniesta, por supuesto.