Con la tecnología de Google Traductor

Mira

Hablillas. José Ángel Parra
titulo-foto

José Ángel Parra

18, noviembre 2024 - 6:00

Hagan sus apuestas

En el futbol mexicano eso de perder un partido de playoffs no siempre implica un mal negocio. Veamos por qué. El próximo jueves los Xoloitzcuintles recibirán al bicampeón América en el estadio Caliente, pero el riesgo de tropezar con el eterno favorito al trono se antoja, en este caso, como un premio. Si los canes fronterizos resbalan en casa tendrán la ocasión de toparse a otros dos grandes del futbol mexicano (en el ‘abrasador’ inmueble) a lo largo de una semana.

Porque enseguida del choque contra los americanistas enfrentarían, presumiblemente, a las Chivas Rayadas, también en el Caliente (en el entendido de que los rojiblancos hagan bueno el pronóstico ante los rojinegros del Atlas). Y si los perros tijuanenses hacen valer su mejor desempeño balompédico habrán asegurado el boleto a cuartos de final, etapa en la que se medirían de inmediato al Cruz Azul, en la ida, de nueva cuenta en el escenario perruno. Así, aunque después llegue la eliminación, ¿quién puede quejarse del calendario que les aguarda por el simple hecho de meterse en el Play-In y aspirar a tales o cuales combinaciones?

Claro, así como de un lado se frotan las manos, también hay otras posibilidades que parecen interesantes. Por ejemplo, al tiempo de disputar el Clásico Tapatío ante los atlistas, las Chivas, si merecen el éxito, podrían toparse en el segundo Play-In frente a las Águilas, el próximo domingo, en un duelo único, que reviste el Clásico Nacional. Desde luego que el beneficio económico, en esta ocasión, sería para los millonetas, quienes fungirían como locales, en el hipotético riesgo de caer en Tijuana. El Guadalajara haría valer un cara a cara con Cruz Azul si consigue avanzar. Pero el escenario es idéntico para los cremosos si luego de morder el polvo con los Xolos se topan a los rojiblancos y enseguida a los celestes. Choques de alto relieve económico y que estarían a la vuelta de la esquina.

Pero el líder Cruz Azul podría, en una de esas, medirse a las Chivas, en cuartos de final, y más tarde a las Águilas, en semis, si aterrizan los cálculos prudentes en la Liguilla por el título. Así que la Fiesta Grande, todavía sin comenzar, luce aparentemente atractiva, al menos en cuanto a choques, porque ya sabemos que el futbol mexicano anda de vaquitas flacas.