Terminó la jornada de mitad de semana y con esto rebasamos también la mitad del torneo e increíblemente hay dos equipos que aún no conocen la victoria, Querétaro y Guadalajara. La realidad de ambos equipos es diametralmente opuesta, en infraestructura, capacidad económica, calidad en el plantel, entre otras cosas, por eso lo de Chivas es inconcebible, más aún porque lleva varios torneos sin dar ese salto de nuevo al protagonismo que su historia demanda. Veremos cómo cierra el torneo, pero el calendario luce complicado y el funcionamiento está lejos de ser el óptimo.

Y ahora platiquemos de los partidos del fin de semana, que es un fin de semana de Clásicos; primero el regio, como es costumbre, salvo raras excepciones, Rayados y Tigres llegan peleando en lo alto de la tabla para este juego, dos planteles amplios, con variantes y calidad individual que pueden definir el triunfo para uno u otro. Respecto a que pueden mejorar, siendo muy exigentes, considero que por parte de Rayados, no escatimar esfuerzos, salir a proponer y aunque vayas ganando, seguir buscando goles, no tirarse para atrás y darle la iniciativa al rival.

Por su parte si el cuadro de Miguel Herrera, encuentra consistencia los noventa minutos, tiene muchas posibilidades no solo de ganar, sino también de ser serio aspirante al título, disfrutemos del juego.

Por otro lado también se jugará el Clásico Joven que hoy luce muy disparejo, el América en ascenso y ya plenamente concentrado en la Liga está al alza, jugando cada vez mejor y encontrando su mejor versión bajo el mando de Fernando Ortiz. La Máquina está volando bajo, Aguirre no ha logrado tener plantel completo y los refuerzos azules han llegado totalmente a destiempo, para adaptarse a la idea futbolística del director técnico.
La frase es trillada pero es real, no importa que se llegue a estos partidos, un triunfo lo puede cambiar todo, y es sí o sí para Cruz Azul si quiere trascender en la competencia.

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