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Hablillas. José Ángel Parra
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José Ángel Parra

16, junio 2025 - 6:00

FUTBOL Y REDADAS

 

 

Es el México de hace 39 años, el de los abucheos y recordatorios familiares al presidente Miguel de la Madrid en el juego inaugural entre Italia y Bulgaria, silenciados a destiempo por la tele; el de la mascota Pique, el de la Chiquitibum, el del golazo de Negrete ante Bulgaria, el de la Mano de Dios y el Gol del Siglo del genio Maradona contra los ingleses. Es lo que fue del México orgullosamente anfitrión, afectivo y querendón.

Es también la última memoria de una justa balompédica inigualable, que no volverá a ser exclusivamente nuestra, porque en la que se jugará dentro de un año sólo seremos comparsas, apenas para probar una rebanadita del pastel gringo. ¿Que cómo será? La imaginamos caótica, porque el balón sólo va a servir para cazar a más paisanos con mil redadas en la desquiciada Unión Americana.

Y aquí, en la CDMX, las marchas, plantones y alborotos no sólo ahogarán a los residentes, sino también a los turistas que buscarán revivir aquellos ecos del mexicano hospitalario. La línea 3 del Metro la imaginamos atorada entre estaciones y sin ventilación, como siempre; la vía 2, la azul, saturada los días de los partidos, y el tren ligero, al que desde ya prometen modernizar en Tlalpan, tendrá que crecer y ensancharse milagrosamente para cubrir la demanda del transporte público en tiempos mundialistas.

La fiesta no puede faltar. Los Fan Fest estarán en todas partes. Las pantallas gigantes, pletóricas de color y licor. Será la gran diferencia con el espionaje yanqui y sus grotescos candados. Eso sí, el estadio dejará de ser Azteca, los boletos obtendrán el estatus de inalcanzables, y tal vez ni siquiera nos toque ver a los grandes campeones. Porque Messi y Cristiano, en su última Copa, quizá estarán reservados para la sede estadounidense. ¿La España de Lamine Yamal, la Francia de Mbappé y Dembélé, el Brasil de Vinícius, nada de eso nos tocará? ¿A todos se los llevarán nuestros egoístas vecinos o de veras lo resolverá la suerte? ¿Monterrey o Guadalajara tendrán a la joya de la corona? Habrá que esperar, aunque es verdad que el que paga, manda. Por eso sólo nos llevaremos una probadita del Mundial.