Ese raro y moderno fenómeno de que se hable más del árbitro que de futbol al terminar un partido, no nos podía fallar en esta liguilla.

Escapa a mi entendimiento que luego de juegos en que hay muchísimo que comentar desde el punto de vista balompédico: propios y extraños, analistas, comentaristas, exfutbolistas, aficionados y público en general, abarroten las redes sociales convirtiendo a los silbantes en las verdaderas estrellas de nuestro querido deporte ¿Qué le vamos a hacer?… aquí nos tocó vivir.

Hay momentos en los que ya no sé si: llorar, reír o materialmente ponerme a rezar, por ejemplo, cuando escucho en tono doctoral a algún “opinador” afirmar: “Existió contacto y si hubo contacto es falta” ¡Órale! En serio que yo no sabía que “contacto es sinónimo de falta”. Hasta donde yo entiendo, hay infracciones que se castigan en “grado de tentativa”; es decir, sin la necesidad de que exista algún “contacto”, simplemente con que se “intenten” cometer.

Otra de las frases favoritas de los “solones” del arbitraje (Solón fue un poeta y legislador considerado uno de “los siete sabios de Grecia”) es aquella que reza: “No existen faltitas ni faltotas, simplemente es o no es falta”, en un deporte de “contacto” como lo es el futbol, resumir los juicios de manera obtusa a: “blanco o negro” priva al garante de la moral del juego de aplicar su criterio jurídico en cada acción.

Aquí, bueno sería abrir un paréntesis para recordar aquel legendario inciso 8 de la regla XII en la época en la que tomé el curso para convertirme en silbante profesional que decía: “El árbitro se abstendrá de sancionar aquellas faltas insignificantes o dudosas, si pita constantemente enerva a los jugadores, provoca su mal humor y quita placer del juego a los espectadores”.

Efectivamente, con tantas modificaciones que ha sufrido ya no se encuentra en la letra; pero, prevalece en el “espíritu de la regla”, porque es una verdad de a kilo, que define la esencia del jueceo en esta bella disciplina.

En un deporte en donde la particularidad del juego es contender por la tenencia del balón, por supuesto que existirán los contactos accidentales (faltitas) que no se deben de señalar. Faltas, en donde bastará con marcarlas. “Faltotas”, merecedoras de un cartón preventivo y “faltototas” castigadas con la expulsión.

Aquellos que pretenden que las reglas del futbol sean una “receta de cocina”, no podrán comprender … es muy complejo.