Con las series de cuartos de final cocinadas, los cruces aparentan ser atractivos, más allá de la evidente medianía que afecta a la Liga MX, aún lejos de ofrecer el espectáculo deseado. Como muestra, los cuatro campeones de goleo (el cruzazulino Uriel Antuna, el tuzo Salomón Rondón, el necaxista Diber Cambindo y el esmeralda Federico Viñas), con ocho dianas cada uno durante 17 jornadas de la desdibujada temporada regular.

La serie América-Pachuca le da la cereza al pastel de la Liguilla, ya de por sí adornada a partir de los escudos confrontados previamente. La reciente eliminación azulcrema de la Copa de Campeones de la Concacaf en su ronda de semifinales, que en consecuencia margina a los emplumados del Mundial de Clubes en su nuevo formato, le da una urgencia de revancha a las Águilas, máxime que ahora deben coronarse en el certamen local para evitar el doble fracaso, luego de presumir un dominio arrollador a lo largo de todo el semestre.

La ventaja amarilla es cuádruple, si consideramos, además, el desgaste hidalguense, con partidos disputados casi cada tercer día, sin soplo de cortesía de sus oponentes (que peor aún pueden elegir miércoles y sábado), amparados éstos por el reglamento balompédico y las condiciones que impone la insensible televisión. Más le vale al brasileño André Jardine sacar agua para su molino, porque un nuevo resbalón frente al equipo del charrúa Guillermo Almada dejaría desprotegido al amazónico. Una verdadera pesadilla si se replica el dominio del Pachuca sobre la crema batida.

Al Cruz Azul, por su parte, también le urge el desquite. En las semifinales del Apertura 2020 los universitarios se levantaron de un 0-4 en contra y con el mismo marcador, pero a favor, en CU, dejaron en el camino a los celestes, en una de las más sonadas cruzazuleadas de la historia (todavía por debajo de la que perdió contra América en 2013). Otro agarrón de Liguilla que permanece en la memoria data de la temporada 1980-81, cuando en la gran final Cruz Azul apostaba por otro tricampeonato, mas los felinos golearon 4-1 en CU, ya con el Oso Ferrero en la portería celeste en vez del legendario Miguel Marín.

Toluca-Chivas y el Clásico Norteño, Rayados-Tigres, completan la soñada Liguilla, amén de los altibajos que evidencian los protagonistas de la pelota cuadrada.