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Hablillas. José Ángel Parra
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José Ángel Parra

21, abril 2024 - 17:24

Despertares

Aun cuando el torneo mexicano ha estado, en términos vomitivos, dentro de la decadente escala de malo a gacho, hay que admitir que al menos en la penúltima jornada del calendario regular ha alcanzado algo de emoción, al grado de que el cierre de campeonato presenta a múltiples candidatos para obtener el pase directo a la Liguilla, además de renovar la ilusión debido a lo apretado que se ha puesto la tabla de clasificación.

Hasta antes de la celebración de la jornada 16 el América aparecía como el único genuino aspirante al título de Clausura 2024. Y aunque, por supuesto, conserva las credenciales rumbo a la corona, no deja de provocar cierta ilusión, entre el gremio de los antis, la sorpresiva derrota frente a Pumas en Ciudad Universitaria. Dada la temporada exhibida por los felinos nadie imaginaba la victoria sobre el poderoso América. Por el contrario, se veía más factible la caída de los universitarios, y hasta algunos estimaban otra goliza de las Águilas en el certamen de Clausura 2024.

Mas ahora resulta que los llamados “Cuatro grandes” llegan con argumentos hasta de clasificar todos en forma directa, siempre que se den las debidas y fortuitas combinaciones balompédicas.

Habrá que aguardar si después de un torneo medianito, de escasas emociones, los protagonistas sacan el carácter y reactivan el deseo por levantar el interés de los fanáticos al deporte de las patadas. Por eso ya es una ganancia el hecho de que surjan más equipos que le den pelea al favorito América y siembren ese condimento especial que suele adornar a la extraviada fiesta del alarido.

No está de más decir que inesperadamente ha saltado al campo el argentino Leo Suárez con dotes messiánicos, al extremo de ser capaz de hacerle una faena redonda a su ex equipo. Otro que impresiona es el mexicano Marcelo Flores, quien de la nada se ha colgado un increíble hat-trick en la victoria de Tigres sobre el borrado y desconocido Necaxa.

Quizá sólo se trata de un espejismo. Pero si los partidos conservan la combinación de ingredientes preparados a lo largo de esta extraña jornada, podremos experimentar unas finales como lo hacíamos antes, con futbol, espectáculo, goles y, principalmente el más valioso y picante ingrediente. Ese que con esfuerzo y amor propio le ha dado sazón a la receta de la casa. Que así sea.