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PARÍS 2024

Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

12, enero 2024 - 4:32

Descanse en paz

“Quieres que te conozcan tus virtudes, muérete; quieres que te conozcan tus defectos, cásate”. Suele ocurrir que cuando alguien se nos adelanta en el camino, resulta siempre que era una maravilla y un ser humano de excepción.

Recientemente, amencimos con la triste noticia de la muerte del alemán Franz Beckenbauer, el “Káiser”, quien es considerado uno de los mejores futbolistas de la historia.

No pretendo “ensuciar” la imagen del difunto; simplemente, hacer un recuento de algunos de los cuestionamientos de los que fue objeto durante su larga y fructífera carrera.

En 1976 se descubrió, en un escándalo mediático: que había ocultado al fisco ingresos por 1.8 millones de marcos alemanes. Aunque, el ministro de finanzas bávaro se ocupó de que el caso no pasara a mayores,

Luego del fracaso de la selección teutona en la Eurocopa Francia 1984, una campaña publicitaria se encargó de convencer a toda la afición de que “Solo Franz puede arreglar esto”; de modo que, postularon al Káiser como timonel nacional. Solamente existía un “pequeño inconveniente” que no contaba con la licencia de entrenador requerida. Le consiguieron un prestanombres que ocupó el cargo de DT, a él lo nombraron “jefe de equipo” y todo quedó arreglado.

En el 2016, él y otros dirigentes alemanes que participaron en la organización de la Copa del Mundo Alemania 2006, fueron objeto de una investigación por parte de la comisión de ética de la FIFA, por cohechos para conseguir la sede para su país.

La fiscalía federal de Suiza y el propio comité de ética de la FIFA desestimaron el caso; en virtud de que, ya había prescito el “delito” cuando se descubrió el pastel. Así: el fraude, la malversación de fondos y el lavado de dinero, quedaron en el olvido.

¿Quieren más? Pues resulta que el personaje que hoy nos ocupa también recibió acusaciones de corrupción por (supuestamente) vender su voto en favor de la candidatura de Rusia para organizar el Mundial en 2018.

Aunque la “caja de pandora” fue abierta hasta el 2019, la votación se realizó en el año 2010, cuando el Káiser era miembro del comité ejecutivo de la FIFA y sus asesores ofrecieron su voto (a cambio de una generosa compensación económica) para que Inglaterra se quedara con las ganas de organizar la justa mundialista.

Luego, en el 2012, firmaría un jugoso contrato como embajador deportivo de un gran consorcio de gas ruso.

Todo lo anterior, sin mencionar su vida familiar, en donde hay mucha tela de dónde cortar.

Futbolista de excepción… descanse en paz.