Con la tecnología de Google Traductor

Hablillas. José Ángel Parra
titulo-foto

José Ángel Parra

5, diciembre 2022 - 0:29

Concachafa

Casada con la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol, la Federación Mexicana de Futbol recolecta millones de dólares al término del proceso Mundialista, pero, en el terreno deportivo, la Selección Nacional cosecha la inevitable medianía del área, al extremo de que a estas alturas del certamen internacional no queda ni un equipo del área en competencia.

Y como parte de todas las cosas que desde un principio se vaticinaron -con respecto a cada uno de los errores cometidos conjuntamente por la Concacaf y la Femextut-, ahí está la pronta eliminación Concakafkiana: Canadá, sin puntos; Costa Rica, con 11 goles en contra luego de tres partidos, y México, con el justo pronóstico imaginado, porque sencillamente no se podía esperar algo diferente ante la cerrazón del estratega argentino y el pobre aporte de materia prima otorgado por el futbol mexicano.

Desde luego ahora hay una nube de candidatos para relevar al Tata Martino, entre ellos Guillermo Almada, actual estratega campeón de la Liga MX; Mauricio Pochettino, candidateado alegremente después de dirigir al PSG con Messi, Neymar y Mbappé; el auto destapado Ignacio Ambriz; Jaime Lozano, estratega medallista de bronce en los pasados Juegos Olímpicos; Miguel Herrera, con la experiencia de 2014, más los que se agreguen en la ruta.

El retroceso es evidente. Hoy México registra el peor balance Mundialista de la historia Tricolor, al ser el equipo número 22 en el certamen, además de tener la peor actualición después de Argentina 1978, en la que se perdieron los tres encuentros. El registro rompe también con siete Mundiales con al menos cuatro partidos en cada uno. O sea que viajamos del grosero estancamiento al patético paso atrás.

¿A quién queremos al mando del timón verde? Antes habrá que esperar a ver si los dueños le devuelven el balón al futbolista de aquí. Hoy no hay un ídolo que ilusione. Enrique Borja, Hugo Sánchez, Cuauhtémoc Blanco y Javier Hernández lo fueron en su momento.

El Pentapichichi se quedó corto en 1986, mas después lo banquearon en pos del quinto juego, ante Bulgaria, en 1994. Al Temo ni siquiera lo convocó La Volpe, en 2006. Esta vez Chicharito se quedó en casa, tras devaluarse ante la opinión pública.

En la actualidad, sin héroe y con muchos villanos, el principal problema apunta hacia la nula ambición balompédica (porque la monetaria, sobra). Mientras el objetivo sea tan corto (quinto juego), las metas nunca se cumplirán. Como cuando pensaron, en 1986, que México sería segundo de grupo, así de pobre.

Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.