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Gachupineando. Carlos Ruíz Villasuso
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Carlos Ruiz Villasuso

3, noviembre 2020 - 7:56

Gachupineando

Ibelles y compañía

Hasta ahora el papel de “los cortijos” en México para celebrar corridas, había sido visto con cierta distancia, dicho sea en un eufemismo que no traduce a ser vistos con desprecio. Cortijos como el de Los Ibelles, pueden ser ahora, y en años sucesivos, uno de esos lugares en donde el toreo conviva con otras actividades ligadas a la naturaleza, el ocio, la cultura de lo rural. Posiblemente el mejor lugar para el toreo, y quizá el refugio seguro en estos tiempos de prohibiciones e imposibilidades.

Estos cortijos tienen unas instalaciones impecables de todo tipo, desde los accesos a la estancia. Son como una especie de “micro mundo” en donde no hace falta buscar nada fuera de él. El de Los Ibelles es el lugar en donde se ha comenzado a dar novillos a los novilleros, esa base la fiesta que no puede ser olvidada en tiempos de tanto pesar. Que los novilleros puedan torear con garantías es una muy buena noticia.

Y los “cortijos”, tan denostados por enfrentarlos a las plazas de toros de siempre, van a ser un lugar privado en donde el toreo halle refugio. Si las plazas al uso no abren o tiene problemas para hacerlo, en estos recintos de aforo reducido, de plazas bien cuidadas, son un lugar ideal. En este caso, la proximidad con CDMX ayuda. Por tanto, agradecidos a sus propietarios que jamás van a hacer un gran dinero en negocio, sino que van a aportar al toreo un grano de arena muy importante.

Queda por delante todo el invierno en España, lugar en donde estos recintos no existen. Nos debatimos entonces en donde acoger el toreo, posiblemente en las ganaderías. El toreo en la plaza de tientas siempre ha tenido continuidad. Ha sido el laboratorio del ganadero, pero también del torero. Posiblemente las ayudas a las ganaderías servirían para que el toreo siguiera activo, para que se celebrarán ciclos de novilladas de una u otra forma, de uno u otro formato.

Si antes no resultaba práctico ni económico dar novilladas en cosos en donde los gastos de apertura de éstos eran muy altos, mirar ahora a las ganaderías y a sus plazas de tientas y a sus instalaciones, tiene todo el sentido. Si el toreo se investiga, se hace, se prepara en el campo, lo más lógico es que ahora se refugie en el campo. Haciendo algo más que tentaderos. Novilladas de con un formato u otro. Cortijos y ganaderías en México y en España Ganaderías. Un lugar noble para mantener el toreo vivo