LA GRAN INTERROGANTE ES ¿por qué méxico se crece ante los grandes y se sublima en la cancha? Si la Selección juega como lo hizo anoche en Filadelfia, sería un equipo de élite, pero es una historia ya vista, que cuando hay un rival de alcurnia enfrente el equipo luce, pelea, se pone al tú por tú, y dejando a un lado el resultado, éste es el futbol que queremos ver en cada aparición de los tricolores, que decoloran demasiado contra selectivos de menor calidad y ya ni qué decir de los de la zona de Concacaf.

EL EQUIPO FUE SOLIDARIO. Los once atacaron y los mismos defendieron con tremendo desgaste físico ante la posesión alemana, donde la velocidad de Lozano y Antuna se conviertió en veneno puro, siendo una vez más un madruguete el que dio el empate a México con el rápido pase de Ochoa, después del gol anulado para sorprender. Me gustó en defensa y ataque Jorge Sánchez.

HAY QUE DESTACAR EL GRAN TRABAJO defensivo de Johan, que anda en momento espectacular. Chiquito Sánchez es un motor de ida y vuelta que acompaña bien, y Chaquito le dio otra dimensión al ataque; sí, falló una muy clara, pero el físico que tiene le permite pelear todas las pelotas y trae ese ritmo europeo de velocidad que hace la diferencia.

OCHOA DEMOSTRANDO SUS VIRTUDES en atajadas increíbles; si es el arquero de hoy, eso lo entiendo, pero quién es el dos, hay que tenerlo listo ya. Jaime Lozano planteó en forma extraordinaria el partido, con esa presión alta ante un equipo que sale jugando y toca bien el balón, pero solamente hay un pecado…

ESE ES EL BALÓN PARADO EN CONTRA, donde Alemania consigue anotación, pero además en varias ocasiones hicieron la misma jugada y ni en cuenta. ¡Ojo!, ese mal es añejo, jugadores van y vienen, técnicos igual, pero el balón parado en táctica fija en contra nos sigue doliendo cañón.

MIL VECES ESTOS JUEGOS. México no desmereció en ningún momento y ojalá de aquí se levante de las cenizas un Tricolor que con trabajos sale del laberinto.

PREGUNTA
¿Antuna por qué embruja de vez en cuando?

HASTA EL PRÓXIMO SILBATAZO
fschwartz@oem.com.mx

PD: Chiquito, pero picoso Sánchez. ¡Jugadorazo!