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Las reglas y los reglazos
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Eduardo Brizio

4, octubre 2024 - 4:59

A quién se le ocurre

A unos cuantos días de que se celebre el “clásico tapatío” a disputarse el próximo sábado 5 de octubre, en el Estadio Akron entre el rebaño sagrado y los rojinegros del Atlas, le ha estado lloviendo en su milpita a los caprinos.

Primeramente, quien dio la (mala) nota fue el timonel del chiverío Fernando Gago, quien, les salió con que “dice mi mamá que siempre no”, al aparentemente, recibir una tentadora oferta por parte del Boca Juniors de Argentina, por lo que todo indica que su ciclo al frente de la institución habría terminado.
Si bien es cierto que “nadie le dice que no a Boca”; también lo es que, hay para quienes la palabra empeñada no vale más que un papel firmado; de modo que, con el simple hecho de pagar la cláusula de recesión, liberará su “honorabilidad” para regresar con el equipo de sus amores.

Tal parece que a los Vergara “nada les han enseñado los años, siempre caen en los mismos errores”; toda vez que, no es la primera ocasión que depositan su confianza en un “personaje” extranjero, quien a la mera hora los deja siempre con un palmo de narices, truncando los supuestos proyectos a largo plazo.
Y dicen que “al perro más flaco se le cargan todas las pulgas”. En este caso, sería a la chiva más flaca. Resulta que luego de mucho tiempo, durante el cual, la directiva del Guadalajara no convocaba a una conferencia de prensa en sus instalaciones de Verde Valle, los medios de comunicación se dieron cita, copiosamente, en la sala destinada para esos menesteres.

Para acavarla de amolar, repentinamente un cohetón con características de petardo estalló en la sala de prensa, sin lesionar (afortunadamente) a nadie. Sin embargo, al parecer el estruendoso evento produjo sordera momentánea a quienes se encontraban cerca de la explosión, asustó a propios y extraños e incluso, se dice que puso en riesgo la integridad física de los periodistas; toda vez que, múltiples fragmentos metálicos se esparcieron en el lugar, lo que obligó a los reporteros, en un acto de protesta e indignación a abandonar las instalaciones del club.

Todo indica que fue Roberto el “Piojo” Alvarado quien tuvo la feliz ocurrencia de encender el petardo. Las posiciones se han polarizado, hay quienes afirman que se trató de una broma entre jugadores que accidentalmente alcanzó la sala de prensa. Mientras otros quieren guisar una birria con una parte de la virilidad del “Piojo”.
“Haiga sido como haiga sido” … a quién se le ocurre.