Pasan las jornadas y el desangelado certamen mexicano continúa sin levantar. Salvo honrosas excepciones, la mayoría de los partidos son aburridos, muy recortados, con demasiadas fallas y múltiples revisiones.

En esa inercia navegan prácticamente la generalidad de los equipos, porque realmente muy pocos compiten. América, con o sin su cuadro principal, hace lo suficiente para dominar el torneo. Después, Rayados, incapaz de convencer, marcha entre los punteros. Más atrás aparece Toluca, también con muchas dudas, y al maltrecho Tigres todavía le alcanza para figurar en zona de clasificación. El Pachuca no consuma la maduración, mientras que los otros tres grandes cada día son más chicos.

Veamos. Resulta que el limitado Chivas, falto de gol, se “recupera” y pone fin al invicto de La Pandilla gracias a un autogol tipo carambola del vetusto Héctor Moreno. Con superioridad numérica, a partir de una pronta expulsión a Gerardo Arteaga, el Rebaño se encuentra con el gol y la puntilla la da Ricardo Marín gracias a un contragolpe facilitado por una pésima salida de Esteban Andrada. El extraño tropiezo de Monterrey sirve para levantar al Guadalajara de una racha de tres juegos sin victoria en la Liga MX.

Otro “grande” con triste porvenir es Cruz Azul. Después del 0-0, el sábado pasado, en CU, suma tres duelos sin ganar y, pese a eso, camina en zona de Liguilla directa. Extraviado, el once de Martín Anselmi tan solo tiene una diana en las últimas tres salidas. Las loas que algunos aventuraron tras su racha exitosa contra rivales de corto alcance han quedado en el olvido. Hasta Uriel Antuna se ha contagiado por el abuso de medianía.

Pumas es el más discreto entre los equipos populares, pero sus aspiraciones permanecen intactas, con todo y que no ha podido ganar en sus cinco últimos choques. Universidad aspira al play in, al igual que Chivas, pero la pendiente indica que es más probable su caída que un repentino repunte. Nada ofrece la cantera y el Mellizo Rogelio Funes Mori hace tiempo que ha perdido el olfato de gol.

Este es el nuevo futbol nacional, con más dudas que certezas. El campeonato que antes presumía muchos aspirantes al trono, hoy ni siquiera ofrece las condiciones necesarias para reunir a los amigos frente al televisor.