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PARÍS 2024

Desde tierras mundialistas. Alberto Lati

Itzel Ubiarco

29, enero 2015 - 10:39

29 enero 2015. Alberto Lati

MENOS de veinte meses para la inauguración de Río de Janeiro 2015, 553 días por delante, y se informa que catorce instalaciones deportivas ni siquiera han sido presupuestadas, por no decir detalladas, planificadas o siquiera licitadas.
Entre varias más, se trata del complejo de remo, a ubicarse en la célebre laguna carioca Rodrigues Fleitas, del centro acuático Julio Delamare, vecino al estadio Maracaná y en donde será el certamen de polo acuático, así como de la Arena Maracanazinho, localizada también junto a Maracaná y en la que tendrán verificativo los partidos de voleibol.
Mientras que el común de las sedes olímpicas tienen que responder a año y medio cuál va a ser su fecha exacta de entrega y cuándo albergarán eventos de prueba (si no es que ya están terminadas), en Río 2016 no sólo estamos lejos de saber eso en los tres casos arriba mencionados, sino que incluso resulta un misterio cómo serán las obras, cuándo comenzarán, cuánto costarán, quién las realizará.
Se sobreentiende que la etapa más delicada de la relación Río de Janeiro-Comité Olímpico Internacional ya ha sido superada y que desde hace cuatro meses fue evidente el cambio de actitud carioca en sus preparativos. No obstante, la sombra de Brasil 2014 es grande y se teme que vergüenzas nacionales como las padecidas por la Arena Corinthians y la Arena da Baixada (concluidas a pocos días del partido de apertura o ni siquiera culminadas en su totalidad para el certamen futbolístico) vuelvan a repetirse.
Este miércoles hemos sabido que el presupuesto para albergar Olímpicos y Paralímpicos ha escalado otro poco más, hasta llegar ahora a casi 15 mil millones de dólares (que en la conversión monetaria no son más gracias a que el real brasileño se ha devaluado frente al dólar estadounidense; de otra forma hablaríamos de otros cientos de millones de dólares). Hasta ahí se consideran nada más 42 instalaciones de las 56 requeridas, por lo que es predecible que los 15 mil millones lleguen hasta no menos de 17 mil.
Al margen de esos catorce proyectos que siguen posponiéndose como si los Olímpicos fueran a ser en cinco años o más, hay dos preocupaciones confesadas por el Comité Organizador: en términos de construcción, el velódromo que estará en el complejo de Barra de Tijuca y que hace unas semanas seguía en fase de cimentación de terreno; en términos de sensatez, la contaminación de la bahía de Guanabara, donde habrá pruebas de vela, que tanto se ha prometido que mejorará, aunque por ahora sin resultado evidente alguno.
Y el inexorable tiempo, encima.
Twitter/albertolati